El cerebro como órgano indispensable en la docencia

El cerebro es una parte del cuerpo humano y, aunque pesa muy poco (menos de dos kilogramos), alberga más de 80,000 millones de neuronas, las cuales se conectan entre sí a través de ciertas sustancias y electricidad, siendo el órgano que más energía gasta del cuerpo (utiliza 20% de ella aproximadamente).

El objetivo principal del cerebro es mantenernos vivos y su gasto de energía es justo para cumplir dicha labor, haciendo uso del pensamiento para ello; aunque, paradójicamente, pensar no sea en sí su principal misión.

Aunque parezca increíble, se puede llegar a tener hasta 20,000 pensamientos al día, mismos que generan diferentes sentimientos y formas de actuar. De esos pensamientos, cerca de 90% son negativos, pues son los que protegen y hacen que el cerebro pueda cumplir con su objetivo principal del mantenernos con vida (lo bueno es que también 90% de ellos no se cumplen). Lo malo es que dichos pensamientos negativos producen estrés y cortisol, esto sin importar si son amenazas reales o imaginarias.

Hay diferentes maneras en que se puede ayudar al cerebro a fin de que trabaje lo mejor posible, piense con claridad y se mantenga tranquilo para que logre su misión. A continuación, se comparten 10 ideas para ello.

1. Hidratación: para estar sano, el cerebro necesita estar bien hidratado, es decir, tomar agua es vital; una medida muy fácil es el consumo de 250 mililitros por cada 10 kilogramos de peso, además de otros líquidos que se encuentran en los alimentos consumidos. Es ideal que dicho consumo se haga despacio, siendo consciente del mismo y disfrutándolo.
2. Oxigenación: un cerebro sano necesita estar bien oxigenado y, para ello, hay que concentrarse en una buena respiración, existiendo muchas técnicas. Como en el momento del nacimiento se empieza a respirar y se frena al llegar la muerte, muchas veces se considera como algo automático y no se le presta la atención necesaria. Sin embargo, respirar de manera consciente ayuda a pensar con más claridad y a situarse en el aquí y el ahora, quitando los pensamientos negativos y preocupaciones innecesarias y dañinas, dando paso a una mejor manera de vivir y aprender.
3. Alimentación: idealmente, el cerebro también debe estar bien nutrido y, para esto, es necesaria una buena alimentación con todos los grupos de alimentos de forma completa, equilibrada, suficiente y variada, tal como lo indican los especialistas del tema. Recientemente, se ha encontrado que existen neuronas en el intestino y en el corazón, las cuales se comunican con las del cerebro; por ello, alimentarse sanamente afecta a dicho órgano y, en consecuencia, a los pensamientos, aprendizajes, sentimientos y la forma de actuar.
4. Descanso: dormir bien es mucho más importante de lo que se cree. Recientemente, se ha descubierto que durante las horas de sueño el organismo se repara; se consolidan el conocimiento, el aprendizaje y las vivencias del día; se incrementa la memoria, concentración, creatividad y coordinación, lo que permite un mejor rendimiento y productividad; se refuerza el sistema inmune, por lo tanto, mejora la salud; se libera la hormona del crecimiento; se reduce el estrés; se “resetea” para trabajar al día siguiente; se consigue un mejor estado de ánimo, tolerancia y paciencia, por ende, una actitud más positiva; es decir, se está mejor. Sin el debido descanso, el cerebro no puede trabajar, pensar o aprender, correctamente y necesita hacer paros conocidos como “microsueños”, los cuales pueden poner en riesgo de accidentes a quien no descansa lo necesario.
La docencia es el proceso a través del cual los sujetos, tanto los que enseñan como los que aprenden, interactúan con un objeto de conocimiento común.
5. Activación: algo importante es mantener al cerebro activo; esto se puede lograr poniéndole retos a cumplir y aprendiendo cosas nuevas, con lo cual, se fortalecen las neuronas y la comunicación entre ellas, formando nuevas rutas neuronales.
6. Ondas cerebrales: existen cinco ondas cerebrales que, de la más lenta a la más rápida, son las siguientes: Delta, cuando estamos dormidos; Theta, cuando estamos muy relajados (a punto de dormirnos); Alpha, cuando estamos tranquilos; Beta, cuando estamos alertas, lo cual sucede la mayoría del tiempo; y Gamma, cuando estamos alterados. Para ayudar al aprendizaje, se tiene que buscar estar en ondas Alpha, es decir, estar tranquilos, en un lugar silencioso, con una buena postura y con la menor cantidad de distractores posibles.
7. Atención: en la actualidad, se piensa que se deben hacer muchas cosas a la vez, sin embargo, la multitarea no existe; lo que sucede es una alternancia continuada de la atención. Prestar atención a una cosa A y luego a una cosa B y luego regresar a la A y, posteriormente, a la B, disminuye la concentración, la memoria, la eficiencia y la atención plena. Dividir la atención hace que las actividades se lleven a cabo de forma superficial; asimismo, se aumenta la posibilidad de errores y de no aprender. Se puede obtener mucha información, pero no retenerla, es decir, estar superficialmente informado de muchas cosas, pero sin un aprendizaje sólido y real.
8. Lóbulo prefrontal: es importante saber sobre el lóbulo prefrontal y buscar su madurez, pues es la zona del cerebro encargada de la atención, concentración, resolución de problemas, fuerza de voluntad y control de los impulsos. Para madurar necesita tiempo y quitarle los estímulos de movimiento, luz y sonido; es decir, disminuir el abuso de los dispositivos digitales (tan usados en la actualidad), algo que sólo se puede conseguir actuando con fuerza de voluntad.
9. Sistema reticular activador ascendente: otra zona de la que es bueno saber es el sistema reticular activador ascendente, encargado de prestar atención a lo que se está viviendo o a lo que importa. Sólo cuando quiere aprender algo, la persona se enfoca en ello, le ve la importancia, se motiva y lucha por alcanzarlo.
10. Actividades afines: el cerebro aprende mejor cuando goza con lo que se hace; por ello, es importante disfrutar lo que se aprende, volver a la calma y tomar descansos en los que se practiquen actividades que gusten, tales como hacer ejercicio, cantar, bailar, jugar o estar en contacto con la naturaleza.

El cerebro alberga más de 80,000 millones de neuronas, las cuales se conectan entre sí a través de ciertas sustancias y electricidad, siendo el órgano que más energía gasta del cuerpo.

Conclusiones

Para llevar a cabo actividades relacionadas con la docencia, se debe cuidar el cerebro, ya que, se trata de un órgano indispensable para ello. Debido a su importancia, se han expuesto ideas importantes, tales como hidratarse, respirar, estar en el aquí y el ahora, comer sano, dormir bien, aprender cosas nuevas, tener fuerza de voluntad, quitar o disminuir el uso de dispositivos digitales, concentrarse en una actividad, estar tranquilo y con actitud positiva, así como hacer actividades con las que se goce.

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Referencias

• Castellanos, Nazareth (2022), Neurociencia del cuerpo, Editorial Kairós.
• Gómez, David (2024), El club de las mentes enfocadas, Editorial Vergara.
• Hoffmann, Catalina (2022), Neurofitness, Editorial Planeta.
• Martínez, Cristina (2023), Ser feliz en urgente, Editorial Planeta.
• Puig, Mario Alonso (2023), El camino del despertar, Editorial Paidós.
• Puig, Mario Alonso (2021), Resetea tu mente, descubre de lo que eres capaz, Editorial Espasa.
• Puig, Mario Alonso (2017), ¡Tómate un respiro! Mindfulness, Editorial Espasa.
• Rojas Estapé, Marian (2024), Cómo hacer que te pasen cosas buenas, Editorial Planeta.
• Rojas Estapé, Marian (2021), Encuentra tu persona vitamina, Editorial Espasa.
• Rojas Estapé, Marian (2024), Recupera tu mente, reconquista tu vida, Editorial Planeta.
• Isabel Souza y David Gómez, 2020, Neurociencia aplicada al coaching, 2024, de Amazon: https://www.amazon.com.mx/NEUROCIENCIA-APLICADA-COACHING-Neurogrowth%C2%AE-facilitar-ebook/dp/B08KVXJR9W