oy en día los negocios son cada vez más complejos, tanto por el mismo giro comercial como por la competencia, la carga tributaria, la situación económica nacional e internacional, entre muchas otras variables que influyen en su crecimiento y desarrollo.
Uno de los principales aspectos que afecta financieramente a las empresas es el efecto inflacionario. En economía, la inflación es el aumento generalizado y sostenido en los precios de los bienes y servicios existentes en el mercado durante un periodo de tiempo determinado, lo cual evidencia la disminución del poder adquisitivo de una moneda, ya que con la misma cantidad de dinero se adquieren menos productos de los que se solían comprar. Esto perjudica directamente la capacidad financiera de las personas y, por consiguiente, la de los negocios.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) es un indicador, cuyo fin es medir la variación de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares del país. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), este índice permite cuantificar cuánto han menoscabado los recursos económicos a través del tiempo.
Las cargas tributarias no son la excepción a la regla, pues la inflación también las engloba y, aun en el supuesto de que por algún motivo dejaran de pagarse las contribuciones, éstas tendrían que actualizarse desde el momento en el que dejaron de pagarse hasta la fecha. Esto se consagra en el artículo 17-A del Código Fiscal de la Federación (CFF).
Sin embargo, no sólo la inflación afecta a contribuciones pasadas para traerlas a valor presente; para presupuestar a cierto plazo, hay que considerar que los precios de los bienes y servicios variarán con el paso de los años y que no siempre serán los mismos ingresos, costos y gastos y mucho menos la misma utilidad. Es decir, las contribuciones siempre se ven afectadas directamente por el entorno económico inflacionario.
México cerró en 2021 con una inflación de 7.36% debido al aumento sostenido en los precios de alimentos y combustibles. Un alto índice de inflación propicia volatilidad en los precios, reduciendo así horizontes en la planeación de los agentes económicos e impactando directamente en la utilidad, la inversión y el ahorro.
Como se ha venido apreciando en los últimos meses, México y el mundo se enfrentan a una inflación considerable y que va al alza; por tanto, si bien es cierto que no se recomienda incrementar los precios de manera significativa de un momento a otro, tampoco queda mucho margen para que las empresas puedan seguir conservando la utilidad que regularmente tienen presupuestada.
Por último, es de suma importancia que los negocios tomen en cuenta que sus márgenes de utilidad pueden, justamente, verse afectados. Asimismo, es aconsejable que cumplan siempre en tiempo y forma con sus obligaciones fiscales; de lo contrario, tendrán que pagar actualizaciones y recargos por dicha omisión, lo cual podría incluso superar a la propia contribución histórica, sin mencionar las eventuales multas o requerimientos que pueda emprender la autoridad correspondiente.
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