Scaleup: la ruta de las Startups para convertirse en empresas

Se utiliza el término Startup para designar indiscriminadamente a cuanto negocio nuevo aparece en el horizonte; en realidad, se trata de una de las etapas en la generación de nuevas empresas. En cambio, la igualmente “crítica fase” de Scaleup es escasamente comprendida y aplicada en los intentos de emprendimiento.

Primera etapa: idea de negocio

La primera etapa consiste en el planteamiento creativo de una idea de negocio, tan sólo se trata de una hipótesis. Las personas que la crean conversan sobre esta idea, nutren su mente con búsquedas de campo y en Internet y luego consignan estas ideas en sus notas, pero aún no hay acciones de ejecución. Todo queda en reuniones de café y se busca entusiasmar a otros y subirlos a bordo en este proyecto en ciernes.

La fase de Scaleup permite a las Startups convertirse en empresas establemente gestionadas bajo un modelo de negocio claro y replicable que ya demostró su capacidad de ser operado y crear resultados.

Segunda etapa: Startup

La segunda etapa es la creación de una Startup y herramientas como el Business Canvas de Alexander Osterwalder guían las primeras ejecuciones reales de esa idea que ha nacido. Aquí se postula:

• ¿Cuál es el segmento de mercado?
• ¿Qué propuesta de valor se hace a través de los productos y servicios?
• ¿Cómo hacerse notar ante los clientes?
• ¿De qué manera se les entregará valor?
• ¿Cuántos ingresos se pueden esperar?
• ¿Cuáles son las actividades, recursos y socios clave?
• ¿Cuáles son los costos más relevantes?

Todos estos elementos se suelen escribir en notas adhesivas que, posteriormente se pueden remplazar por otras (a medida que se comprueban o descartan) tan pronto son probadas en la realidad. ¿Cómo hacer el testing de una idea de negocio?, a través de un producto mínimo viable que se construye en forma reducida (muchas veces bajo métodos artesanales) para mostrárselo a algunos clientes y obtener retroalimentación.

Equivocarse en la etapa de la Startup es muy frecuente (y hasta deseable), dado que, la cultura contemporánea de emprendimiento aconseja que es mejor fallar lo más temprano posible y a bajo costo. Es una fuente de aprendizaje para hacer nuevas calibraciones en la idea inicial de negocio, producir un nuevo prototipo y volver a probarlo una y otra vez hasta que funcione bien como producto y como modelo de negocio.

Aquí no son necesarias declaraciones de visión, valores, postulación de objetivos ni uso de KPI; tampoco una robusta plantilla de empleados contratados a tiempo completo. Una Startup no es una empresa chiquita, es un laboratorio en donde aceleradamente se hacen experimentos alrededor de una idea para encontrar el mejor modelo de negocio posible; es altamente inestable y flexible.

El aprendizaje, el conocimiento y la asesoría experta son un factor de éxito para traducir las capacidades de emprendimiento en grandes empresas que impulsen el crecimiento económico de forma sostenible.

La imagen de un grupo de personas en un garaje, entusiasmadas mientras hacen sus experimentos para construir sus prototipos (desde un nuevo pastelillo hasta un gadget electrónico) es paradigmática y representativa, pero una empresa no opera así. De ahí que resulte incorrecto decir que Facebook, Tesla o Uber sean Startups; el objetivo de esta fase es encontrar el modelo viable de negocio y esas empresas hace mucho tiempo que lo han descubierto.

Tercera etapa: Scaleup

Si una Startup es la infancia inquieta y llena de juegos que simulan la vida adulta, una Scaleup sería la adolescencia con serios esfuerzos y avances para llegar a una vida adulta capaz, estructurada y definida. En una Scaleup el modelo de negocio ya está claro; más bien, se estabiliza, se entiende, se documenta y se escala hasta llevarlo a niveles tan masivos como sea posible en el menor tiempo posible.

A continuación, se presenta una lista de verificación con condiciones idóneas para finalizar la etapa de Startup e iniciar la de Scaleup:

La fase de Scaleup permite a las Startups convertirse en empresas establemente gestionadas bajo un modelo de negocio claro y replicable que ya demostró su capacidad de ser operado y crear resultados de forma sostenible para la sociedad, el mercado, los empleados y los accionistas.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha propuesto un par de indicadores para considerar que una Startup puede convertirse en una Scaleup:

1. Haber crecido anualmente un 20% como mínimo en número de empleados (partiendo de 10 colaboradores iniciales) durante tres años consecutivos.
2. Haber crecido en facturación anual un mínimo de 20% durante los últimos tres años.

Si alguna de estas dos condiciones se cumple, esa Startup debería dejar el turbulento camino de la experimentación y comenzar a estabilizarse para brindar resultados sólidos, predecibles y consistentes que le permitan crecer; dado que el nombre del juego ya no es exploración, sino explotación del modelo de negocio encontrado.

Entre los puntos clave para el éxito del escalamiento, destacan:

1. Encontrar las mejores opciones de capitalización o financiamiento para la expansión y establecer de manera clara las condiciones de riesgo y beneficio para los inversionistas o aportantes.
2. Evitar el fantasma del emprendedor desplazado (el fenómeno de Steve Jobs que fue despedido de la propia empresa que fundó).
3. Mantener lealtad a los clientes fundadores y convertirlos en fans de la marca.
4. Formalizar el negocio en las perspectivas: producto, mercado, cultura, estructura organizacional, talento, operaciones y finanzas.
5. Mantener una cultura híbrida que tenga un componente de innovación al mismo tiempo que de estabilización.

Cuarta etapa: empresa corporativa

Finalmente, la cuarta fase se da cuando termina el proceso de Scaleup y se comienza a transitar un camino de gestión que la convertirá en una empresa corporativa. Pareciera que aquí se establece la burocracia y se ralentizan sus procesos de transformación, pero esto no tiene por qué ser así.

Aun cuando la vida media de las empresas del índice Standard & Poors 500 es menor a 18 años, se pueden tomar lecciones de compañías sólidas que tienen varias décadas existiendo de manera exitosa: Pepsico, Walmart, Visa, Johnson & Johnson, Walt Disney y un largo etcétera.

La lección que dejaron Kodak y Blockbuster (cuyo fenómeno de fracaso aún no ha sido suficientemente asimilado por el mundo de los negocios) recuerda que, si bien las compañías estables funcionan financieramente bien cuanto mejor se apegan a las fórmulas probadas, nunca deben inhibir sus capacidades de exploración de nuevas oportunidades y reinvención interna.

Se utiliza el término Startup para designar indiscriminadamente a cuanto negocio nuevo aparece en el horizonte, cuando realmente se trata de una de las etapas en la generación de nuevas empresas.

Conclusiones

La etapa de Scaleup es el puente que enlaza, por un lado, el creativo y fascinante mundo de la exploración de nuevos modelos de negocio; y por el otro, la obtención de beneficios a través de una empresa corporativa. Ese salto no es fácil ni existe la suficiente alfabetización de negocios para que los emprendedores adopten nuevas reglas de juego al abordar la fase de Scaleup.

Aquí es donde el valor del aprendizaje, el conocimiento y la asesoría experta se manifiestan como un factor de éxito para traducir las grandes capacidades de emprendimiento (que caracterizan a las nuevas generaciones) en grandes empresas futuras que impulsarán el crecimiento económico de forma sostenible.