Ciudadanía y el rediseño institucional en México

Es primordial construir una sociedad con sustentabilidad ambiental, económica, política, social y ética.

Se puede hablar de una nueva generación de derechos: medio ambiente, desarrollo, integridad genética y la paz; estos han sido planteados en los últimos años, consecuencia de las condiciones actuales. Por estas razones de cultura e historia es que se crean los derechos sociales, los cuales requieren la intervención directa del Estado y, con ello, se aborda todo un sistema jurídico que tiene, al menos, las siguientes perspectivas: relación entre derechos humanos, democracia y paz.

Derechos naturales o morales

Se han creado nuevas necesidades que nacen en relación con el cambio de las condiciones políticas, sociales y tecnológicas, siendo el desarrollo técnico el que permite satisfacerlas. Hablar de derechos naturales o fundamentales es usar fórmulas del lenguaje persuasivo, mismas que pueden tener una función práctica en un planteamiento político para dar mayor fuerza a la exigencia, pero que no tienen valor teórico alguno y son, por lo tanto, completamente irrelevantes en una discusión de teoría del Derecho.

El valor de los derechos del hombre que se sitúan en “la zona de luz de la humanidad” supone el núcleo de legitimidad de los sistemas democráticos; es en esta zona donde se colocó lo siguiente:

• Los derechos humanos junto con los movimientos ecologistas y pacifistas.
• El interés creciente de movimientos, partidos y gobiernos por la afirmación.
• El reconocimiento del desarrollo sustentable.
• La protección de los derechos del hombre.

La coyuntura política obliga a revisar cuál es el camino por el que se va a transitar en el futuro próximo y en los tiempos del siglo XXl; para ello, es necesario analizar las distintas propuestas que presentarán los candidatos a la presidencia del país; asimismo, se debe prestar atención a la participación de estos en las mesas de debate.

En estos comicios (que deben ser ejemplares para un país que aspira a una verdadera democracia), así como en los foros de discusión, se analizará lo que se puede esperar a partir de las propuestas y si éstas se encuentran en la ruta para solucionar los problemas que preocupan a la mayoría de los ciudadanos.

Se deben realizar inversiones importantes para el desarrollo de energías sustentables, esto a partir del aprovechamiento de nuevas tecnologías.

Es necesario plantearse la construcción o reconstrucción del Estado, lo que significa la adaptación y mejora de las estructuras administrativas, de las capacidades gerenciales, el manejo financiero y la adaptación tecnológica. Todo esto conduce a sociedades más complejas y heterogéneas. Las políticas de largo aliento en materia de seguridad, educación, salud pública, empleo, desarrollo tecnológico y científico, cuidado del medio ambiente, así como el desarrollo de infraestructura sustentable y sostenible, se traducen en políticas públicas de Estado.

Reconfiguración del papel del Estado

Las tendencias mundiales de globalización y participación ciudadana abarcan temas de reingeniería de procesos gubernamentales, recapacitar a funcionarios públicos, replantearse las políticas públicas, realizar una evaluación del desempeño con orientación a resultados en relación con las demandas ciudadanas y presiones globales, entre otros.

Otro de los aspectos fundamentales de estos tiempos es la revitalización de la democracia, esto debido a la insatisfacción ciudadana y de las organizaciones de la sociedad civil. Factores como el dinero, así como la influencia de los grupos delincuenciales y de interés en los procesos electorales (que juegan un papel importante en la toma de decisiones públicas), son percibidos por la sociedad como desviaciones de la democracia.

Los beneficios de la globalización han sido disparejos; la experiencia refiere que una de las causas de la grave crisis que azota a los países en desarrollo, así como la incapacidad para integrarse a la economía mundial, se debe a la poca capacidad del Estado. Sólo los países que cuentan con una administración pública eficaz, instituciones políticas y económicas sólidas, así como un liderazgo comprometido y honesto, pueden asegurar que todos los sectores de la sociedad se beneficien de una mayor integración en la economía mundial.

Los gobiernos con instituciones y actividades robustas (y de amplio alcance) son los que más éxito han tenido en alcanzar mejores resultados; esto a partir de la capacitación de sus recursos humanos y la suficiencia tecnológica. Por estas razones se debe analizar, de manera cuidadosa, la reforma de la administración pública y la innovación administrativa, pues deben enfocarse en la naturaleza de los problemas y en las circunstancias sociales en las que se aplican.

Ahora bien, es relevante hablar de la seguridad, uno de los temas más delicados en la sociedad, pues los niveles de inseguridad en el país no tienen precedente. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la percepción ciudadana sobre la inseguridad, en algunos lugares del territorio nacional, llega a cifras de 96% de la población.

Se puede hablar de una nueva generación de derechos (medio ambiente, desarrollo, integridad genética y paz), los cuales han sido planteados como consecuencia de las condiciones actuales.

Asimismo, existe la necesidad de reconstruir el sistema de salud, rediseñar el sistema educativo, revisar los programas sociales (a través de auditar los padrones y el sistema de pensiones con el fin de determinar los costos reales para las finanzas públicas), gestionar la falta de agua, la movilidad, entre otros.

Otro de los aspectos prioritarios en la agenda es la generación de energías limpias. Es necesario que se lleven a cabo inversiones importantes para el desarrollo de energías sustentables, esto con el aprovechamiento de nuevas tecnologías para generar electricidad a partir de la energía solar, eólica, etc., que permitan no contaminar y abatir costos de operación en las ciudades del país; sin embargo, no hay una agenda de reforma fiscal y hacendaria para dar viabilidad a dichos programas.

Conclusiones

Es de suma importancia la responsabilidad ciudadana y la participación en actividades políticas, tales como el ejercicio de votar. Asimismo, es fundamental fomentar la construcción de una sociedad con sustentabilidad ambiental, económica, política, social y ética para el favorecimiento de la convivencia democrática, armónica, participativa y plural entre las personas.