Los grandes desafíos del metaverso

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omo ya he comentado en otros artículos, la línea que separa a la ciencia ficción de la realidad se ha desdibujado, dando paso a entornos virtuales sintéticos conocidos como metaversos. Esta expresión se está consolidando gracias a que tanto las personas como los actores económicos cada vez llevan a cabo una mayor cantidad de actividades en línea y, por consiguiente, en mundos virtuales.

El metaverso está lleno de áreas grises que representan grandes desafíos.

El metaverso ha dejado de ser un mero lugar en donde se juegan inocentes videojuegos para convertirse en un entorno en el cual la gente trabaja, colabora, estudia, establece interacciones sociales y lleva a cabo transacciones comerciales. Sin duda alguna, representa un infinito número de nuevas posibilidades, pero como cualquier otro mundo, enfrenta un conjunto de desafíos, en este caso de índole cibernética, legal y económica. De poder superarlos dependerá el que se preserven tanto la seguridad como los derechos de quienes se involucren en él.

El origen

El metaverso es un espacio digital compartido, sintético y paralelo al mundo real donde los usuarios pueden trabajar, realizar actividades recreativas o interrelacionarse.

La palabra no es del todo nueva. Fue acuñada por primera vez por Neal Stephenson en su novela de ciencia ficción de 1992, Snow Crash, la cual presenta un mundo distópico totalmente virtual con teléfonos inteligentes e internet inalámbrico y en donde las personas se valen de avatares para explorarlo.

Efectos en la sociedad

Más allá del término, lo verdaderamente importante es identificar qué hace al metaverso lo que es, qué papel juegan las tendencias tecnológicas y sociales en su configuración y qué se puede esperar con base en lo que ya se sabe actualmente.

El Wunderman Thompson Intelligence report incluye en las tendencias emergentes a raíz del metaverso la propiedad de bienes virtuales y el intercambio de activos digitales, las experiencias en espacios liminales, el establecimiento de tiendas en línea paralelas a las reales (digital twin stores) y, por supuesto, las interacciones personales virtuales, la Inteligencia Artificial (IA) y el uso de Blockchains y criptomonedas.

Retos

Con todo su atractivo y lo prometedor que pueda ser, el metaverso, como cualquier fenómeno en ciernes, está lleno de áreas grises que representan grandes desafíos, siendo algunas de ellas las siguientes.

Legal: en el metaverso se emulan muchas acciones del mundo real, como lo pueden ser las transacciones o los traspasos de propiedades. Es un espacio que une a las personas y, si bien les brinda la oportunidad de conectarse y construir vínculos, también puede hacerlos vulnerables si no se establece una legislación o una jurisdicción virtual (Geri Mileva, 2022).

Otro problema legal que puede surgir es el de la propiedad intelectual. Si las creaciones son realizadas por IA, es posible que no reciba ninguna protección en ese sentido porque, para que una obra se considere sujeta a derechos de autor, debe proceder de un ser humano. A los creadores de contenido en el metaverso también les puede resultar difícil proteger su propiedad intelectual, dada la dificultad de rastrear instancias de infracción de derechos de autor en el ámbito virtual.

Identidad: el uso de avatares u otras formas de identidad representan un potencial problema con la ética, así como toda una serie de retos relacionados con la autenticación o verificación de identidad.

Datos: ¿cómo se utilizarán sus datos en el metaverso?, ¿es éste sólo otra táctica inteligente de los gigantes tecnológicos para obtener más información? Existe una preocupación latente sobre cómo el mundo virtual puede fomentar un entorno en el que proliferen el abuso de datos y la información errónea, así como la cuestión de que poseer el control sobre los datos puede facilitarles a ciertas empresas el dominar los mercados (Geri Mileva, 2022).

Privacidad y confidencialidad: el metaverso es un entorno único que requiere de nuevos métodos para salvaguardar la privacidad de sus usuarios, por lo que cabría preguntarse si los sistemas de seguridad actuales se pondrán al corriente.

Propiedad: la gente está adquiriendo propiedades virtuales o comprando arte Non-Fungible Token (NFT), lo que impulsa el crecimiento de los tokens y los activos digitales. Si bien casi todos son libres de obtener estos últimos, surgen dos grandes retos: ¿cómo otorgarles derechos de propiedad a sus creadores?, y ¿cómo verificar la propiedad de los activos digitales en el metaverso?

Fragmentación: uno de los principales problemas con el metaverso actual es su fragmentación, ya que ésta conduce a la creación de experiencias aisladas que, en última instancia, restringen lo que se supone debería ser una experiencia inmersiva. Para crear un mundo virtual que ofrezca fluidez, es necesario volver a la definición de metaverso de MatthewBall como una red de experiencias interoperables donde cada componente o aspecto individual se une.

Monedas y medios de pago: la moneda digital ha estado con nosotros durante algunas décadas, siendo el Bitcoin una de las más conocidas. Lo mismo ocurre con mercados en línea como Amazon y eBay, que conectan a millones de consumidores en todo el mundo. Por todo esto, no es raro pensar que el metaverso contará con su propio mercado y tipo de cambio y que conectará a diferentes monedas de todo tipo con el fin de permitir un intercambio rápido y sin esfuerzo. También será esencial desarrollar un nuevo sistema único de verificación de transacciones. El desafío radicará en convencer a los usuarios de que pueden confiar y sentirse seguros mientras participan en cualquier comercio dentro del metaverso (Alex Dzyuba, 2021).

El metaverso ya no pertenece sólo a la ciencia ficción. Se avanza poco a poco hacia el futuro y muchas de las cosas y conceptos que antes se limitaban a la literatura ahora cobran vida lentamente con la innovación continua en diferentes campos.

Conclusiones

A medida que el metaverso se va desarrollando, se vislumbra un mundo más rico y sin fronteras. Sin embargo, mientras este nuevo mundo se expande, debemos ser conscientes del conjunto de desafíos que trae consigo. Sólo así lo volveremos más seguro y podremos continuar avanzando hacia el progreso.