Tecnologías emergentes que se volverán tendencia

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rsula K. Le Guin, en Pensar la utopía, sugiere que “así como el capitalismo y el industrialismo, la población humana ha quedado atrapada en un futuro unidireccional que sólo consiste en progresar”. Este enunciado se ajusta al escenario actual, donde la tecnología ya se aplica a los negocios, pues la innovación vertiginosa y las ideas disruptivas repletas de nuevas oportunidades resultan cautivadoras.

Los estrategas de negocios deben estar muy atentos a las tecnologías emergentes para que éstas les permitan explotar sus posibilidades.

Sin duda, los acelerados avances en materia de inteligencia artificial están dando paso a nuevos modelos corporativos, propios de la era de la transformación digital. Dado lo anterior, los estrategas de negocios deben estar muy atentos a las tecnologías emergentes para que éstas les permitan explotar sus posibilidades, esto sin perder de vista los costos que traen consigo. En las siguientes líneas se echará un vistazo a tres de las más sobresalientes (The World Economic Forum, “Technology Futures: Projecting the Possible, Navigating What’s Next”, abril 5, 2021): la tecnología cuántica, la inteligencia artificial exponencial y la computación ambiental.

Tecnología cuántica

Se basa en el principio de la mecánica cuántica, el cual supone que cada partícula elemental de materia tiene su antipartícula y que la superposición de ambas es posible. Los cúbits o bits cuánticos admiten la superposición coherente de unos y ceros, a diferencia del bit convencional que sólo puede adoptar un valor al mismo tiempo. Esto hace que una computadora cuántica pueda almacenar muchísimos más estados por unidad de información y operar con algoritmos numéricos mucho más eficientes.

Los líderes empresariales finalmente podrán cumplir la promesa completa de la automatización.

Para tener una idea de su potencial, demostraciones recientes comprobaron que las máquinas cuánticas completaron tareas especializadas en cinco minutos; según los investigadores, dichas labores le habrían llevado miles de años a las supercomputadoras convencionales (Arute, 2020).

No obstante, y aunque suena interesante y prometedor, esta tecnología se halla apenas en etapa de laboratorio y aún hay mucho trabajo por hacer. Aun así, existe la creencia generalizada de que se resolverá y de que tendrá una gran importancia en el futuro colectivo. De hecho, la investigación cuántica está cobrando impulso y se espera que migre de los laboratorios a los entornos empresariales del mundo real en esta década (Leprince-Ringuet, 2021). Los gigantes de la tecnología, los gobiernos y decenas de startups tecnológicas emergentes están invirtiendo miles de millones de dólares para progresar en este rubro.

En todo caso, las áreas más prometedoras conllevan:

• Computación: las computadoras cuánticas probablemente no reemplazarán a las clásicas, sino que coexistirán con ellas para resolver problemas altamente complejos en áreas como la encriptación de datos, utilizada en ciberseguridad y cadenas de bloque.
• Comunicación: consiste en una solución basada en hardware que utiliza los principios de la mecánica cuántica para crear redes de comunicación teóricamente inviolables que pueden detectar intentos de espionaje. Entre las técnicas para lograrlo se encuentra el distribuidor de claves cuánticas en el que las partes intercambian claves de cifrado altamente seguras para transmitir datos a través de redes ópticas.
• Sensores: gracias a la sensibilidad de las partículas subatómicas, los dispositivos de detección cuántica son más precisos que los convencionales. Algunos casos prometedores de uso de sensores cuánticos están en los sectores energético, de transporte y médico.

Inteligencia artificial exponencial

Se define como la capacidad creativa y el interés para entender un fenómeno y explicarlo. La mente humana se rige por mecanismos lógicos que la llevan a obtener conclusiones que le permitan aprender, pero su proceso cognitivo y toma de decisiones están naturalmente impregnados de emociones y rasgos psicológicos que poco se relacionan con lo racional.

Dicho esto, la inteligencia artificial cambiará radicalmente durante la próxima década al incluir elementos de computación afectiva o de inteligencia basada en emociones, todo con el fin de desarrollar sistemas que reconozcan y emulen rasgos humanos como el carisma y los sentimientos. Asimismo, se valdrá de simbolismos y conexiones para incorporar el razonamiento deductivo y las habilidades de inferencia lógica.

Estas tecnologías pronto podrán buscar correlaciones estadísticas y, del mismo modo que el cerebro humano, determinar si tienen sentido o no. En otras palabras, las máquinas ya podrán apreciar el mundo como lo hacen las personas y no como una mera colección de ceros y unos sin ningún tipo de contexto.

Más allá de la discusión filosófica que esto trae consigo, lo cierto es que las cosas que parecen únicamente humanas hoy en día se expresarán cada vez más como secuencias de código. Mientras esto sucede, los líderes empresariales finalmente podrán cumplir la promesa completa de la automatización, la cual tendrá un impacto transformador en las cadenas de valor, los modelos comerciales y las estrategias.

La computación ambiental

Este término, que engloba un amplio conjunto de metodologías que vuelven accesible la realidad digital para los usuarios, independientemente del momento o lugar, se convertirá en la modalidad estándar y reforzará el estilo de vida detrás de la pantalla. Algunos efectos, como los siguientes, resultan fáciles de imaginar:

• Menor esfuerzo: entre más complejas se vuelven las arquitecturas tecnológicas, más simples son las experiencias de los usuarios. Las tecnologías ambientales prometen reducir al máximo el esfuerzo necesario para aprender y usar una nueva herramienta porque todo lo que habrá que hacer será hablar, gesticular o mirar. Las largas cadenas de instrucciones y comandos para acceder a una computadora o a un teléfono celular serán cosas del pasado.
• Mayor proactividad e intuición: los asistentes digitales (como Siri o Alexa) serán cada vez más comunes y perspicaces y estarán dotados de sensores, algoritmos de reconocimiento de voz e inteligencia artificial exponencial que volverán la vida más fácil y conectada.
• Mayor experiencia virtual: los lentes de realidad aumentada traerán grandes beneficios al ámbito personal, pero sobre todo al laboral, ya que se ampliará el campo de visión de los trabajadores, lo cual le arrojará datos a la vista que mejorarán su desempeño.

Conclusiones

Los conceptos expuestos parecieran extraídos de un libro de ciencia ficción en el cual se presenta un mundo aterrador y distópico, pero no es más que la consecuencia del progreso tecnológico en los últimos años. Mas no hay nada que temer; por el contrario, es necesario tomar una actitud responsable y proactiva para que tanto gobiernos como reguladores hagan trabajo de supervisión. Pero, sobre todo, para alcanzar un desarrollo apegado a los valores financieros, sociales y éticos de la humanidad.