Realidades de los NFT

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M.C.I. y C.P.C. Juan Carlos Bojorges Pérez Socio Director en Bojorges Soriano y Asociados, S.C.

n la entrega anterior describí a los Non Fungible Token (NFT) y comenté cómo funcionan, así como cuáles son sus características más generales. Este mes, lo que me propongo es analizar su situación actual en el mercado.

Durante el año pasado se presenció el mayor auge de las criptomonedas, dado que se vivieron diversas operaciones que permitían ver un modelo atractivo de inversión; entre ellas, se supo que Jack Dorsey le vendió a Sina Estavi ‒director de la empresa de blockchain Bridge Oracle‒, por un monto de 2.7 millones de euros, el primer tuit que se publicó en Twitter; por otro lado, celebridades y artistas también decidieron subirse a este mercado: Beeple, por ejemplo, logró vender NFT vinculado a su obra de arte en 60 millones de euros; asimismo, marcas como Adidas o Nike hicieron lo propio con sus zapatos y McDonald’s comercializó un NFT por el relanzamiento de su sándwich McRib; entretanto, el número de transacciones que realizó el sector de los videojuegos impulsó a dicho mercado a niveles más altos; asimismo, el metaverso y las recompensas financieras que promete generan gran atracción entre los usuarios.

Ahora, por su naturaleza, el mercado de las criptomonedas se encuentra íntimamente ligado al de los NFT, así que los cambios en los valores, las incidencias en los volúmenes de operaciones, las afectaciones a compradores y vendedores, los riesgos, las ventajas, las pérdidas y las utilidades de dichos activos afectan directamente a los NFT (y viceversa).

Otro elemento que hay que poner sobre la mesa para terminar de entender el manejo de estos intangibles es la tecnología blockchain que se utiliza, ya que, como toda tecnología digital, tiende a evolucionar, creando así nuevas necesidades en cuestiones de seguridad, operabilidad, costos, consumo de recursos y entendimiento de su hábitat. La infraestructura que se requiere para asegurar la velocidad en las transacciones y la comprensión de su naturaleza representa por sí misma una gran limitante, puesto que sólo aquellos que están capacitados en su uso pueden operar en dicho mercado.

Dicho lo anterior, diversos medios informativos han evidenciado que estamos ante una crisis de los NFT, esto debido a que en los últimos meses el volumen de transacciones ha caído entre un 80 y un 90 por ciento. Las pérdidas ya comenzaron a afectar a varios de sus poseedores porque el valor de venta dista bastante del precio original, siendo un ejemplo de esto la ya mencionada adquisición del primer tuit, el cual fue puesto a la venta por su propietario, quien no recibió ninguna oferta mayor a los 12 mil euros. A fin de cuentas, no puede dejarse de lado que se trata de un mercado especulativo y que quizás sea ésta la característica en donde reside su mayor debilidad.

Se sabe también que se están realizando ajustes importantes en las criptomonedas, los cuales han tenido una tendencia hacia la baja; de hecho, se habla de un nuevo “criptoinvierno” que los mismos especialistas pronostican como “largo, frío y duro”.

Sin embargo, no todo está dicho. Tanto las criptomonedas como los NFT seguirán existiendo y habrá que seguir entendiéndolos: quienes ya participan del mercado deberán tomar mejores decisiones para evitar daños financieros; quienes se han limitado a ser espectadores podrán informarse para, en algún momento, entrar; y, por último, es buen momento para que quienes se han mantenido distantes comiencen a investigar y puedan subirse a la ola de estos activos intangibles de la mejor manera en caso de que así lo decidan.

La tecnología nos está ofreciendo estos bienes no fungibles en estos momentos, si bien seguramente no serán los últimos.