Impuesto diferido: ¿ficción contable o herramienta de transparencia?

¿Qué son los impuestos diferidos?

Hacen alusión al impuesto que una empresa espera pagar (o recuperar) en el futuro debido a diferencias de índole temporal entre el resultado contable y el fiscal. Estas diferencias surgen porque en los marcos contables y tributarios se aplican criterios distintos al momento de reconocer ingresos y gastos; por ejemplo, una depreciación acelerada (permitida fiscalmente) podría no coincidir con la depreciación contable, generando un desfase entre ambos resultados.

Tanto las IFRS como las NIF incluyen al impuesto diferido en sus estándares, esto con el objetivo de reflejar, con integridad, la posición financiera de una entidad. Según la Norma Internacional de Contabilidad (NIC) 12, Impuesto a las Ganancias, y la NIF D-4, Impuestos a la utilidad, el impuesto diferido se calcula con la tasa impositiva vigente al cierre del periodo, asegurando que los gravámenes se reconozcan de forma adecuada y consistente.

La lógica detrás de este tratamiento contable está fundamentada en el principio de devengación; en otras palabras, los impuestos se reconocen como un gasto atribuible a las operaciones que los generan, independientemente, del momento en que sean efectivamente pagados.

Aunque los impuestos diferidos puedan parecer una ficción contable, su reconocimiento en los estados financieros desempeña un rol esencial en la transparencia y comparabilidad de la información.

Es importante clarificar que:

• Los impuestos diferidos son una estimación contable elaborada con supuestos que son válidos a cierta fecha (usualmente, el periodo de reporte mensual, trimestral, anual, etc.) y deben ser revisados de forma periódica.
• Al ser una estimación contable, el activo o pasivo por impuestos diferidos no implica una deuda real o un saldo a favor real que se le pueda cobrar al fiscal.

Origen financiero del impuesto diferido

Los impuestos diferidos no son un capricho contable, sino una respuesta a la necesidad de reflejar, de manera fiel, las diferencias temporales en el estado de situación financiera a una fecha determinada. Estas diferencias temporales pueden clasificarse en dos principales tipos:

• Diferencias temporales acumulables: generan pasivos por impuestos diferidos. Un ejemplo claro son los pagos anticipados, los cuales se consideran deducción para efectos fiscales en el momento en que se pagan, aun cuando su reconocimiento en el estado de resultados sea en un periodo contable posterior.
• Diferencias temporales deducibles: generan activos por impuestos diferidos; ejemplos hay muchos, pero los más comunes son aquellos que incluyen pérdidas fiscales pendientes de amortización, o bien, provisiones reconocidas contablemente que no son deducibles en el mismo ejercicio.

Es importante mencionar que el propósito de incluir a los impuestos diferidos en los estados financieros es ofrecer una representación más precisa de las obligaciones y derechos fiscales futuros, facilitando la toma de decisiones mejor informadas a inversionistas y analistas.

Tratamiento contable bajo las IFRS y las NIF mexicanas

Actualmente, tanto las IFRS como las NIF están alineadas y, por lo tanto, no existen diferencias significativas de aplicación; en consecuencia, la NIC-12 y la NIF D-4 establecen que deben reconocerse activos y pasivos por impuestos diferidos en todos los casos, salvo excepciones como diferencias temporales derivadas de la compra de activos no depreciables o ciertas transacciones no sujetas a gravamen.

En ambos marcos normativos, el impuesto diferido debe calcularse utilizando tasas fiscales aprobadas al cierre del ejercicio, considerando el impacto de posibles reformas tributarias futuras. Como se ha mencionado, al ser una estimación contable, un aspecto clave será evaluar la recuperabilidad del impuesto diferido activo; por ejemplo, un activo por impuesto diferido sólo puede reconocerse si existe una alta probabilidad de que la empresa genere suficientes utilidades fiscales para aprovecharlo, algo que, indiscutiblemente, nos llevará a preparar proyecciones financieras y fiscales que apoyen el supuesto de que el impuesto será recuperable.

Para algunos, el reconocimiento de los impuestos diferidos en la contabilidad es una ficción contable, un ajuste técnico que refleja situaciones futuras de las que no se tiene la certeza que sucedan.

Valor del impuesto diferido para los analistas financieros

Para los analistas financieros, los impuestos diferidos ofrecen información crucial para evaluar la salud fiscal y financiera de una empresa, toda vez que, permiten identificar diferencias entre prácticas contables y fiscales, ayudando a anticipar cómo éstas pueden influir en el flujo de efectivo y la rentabilidad futura.

Por ejemplo, una empresa con un pasivo por impuesto diferido elevado podría enfrentar mayores obligaciones fiscales en años futuros, limitando su capacidad de inversión o distribución de dividendos. Por el contrario, un activo por impuesto diferido sugiere oportunidades para reducir cargas tributarias futuras, siempre que sea recuperable.

Además, los analistas utilizan el impuesto diferido para ajustar indicadores financieros como la Utilidad Operativa antes de Impuestos, Depreciación y Amortización (EBITDA, por sus siglas en inglés) o el free cash flow (flujo de caja libre), eliminando el impacto de estas ficciones contables para obtener una visión más clara del desempeño operativo subyacente.

Tasa efectiva como indicador de confianza para inversionistas

La tasa efectiva de impuestos, que relaciona los gravámenes totales (corrientes y diferidos) con las utilidades antes de impuestos, es un indicador clave para los inversionistas. Una tasa significativamente distinta de la nominal puede señalar estrategias fiscales agresivas o problemas estructurales; por el contrario, una tasa efectiva estable y cercana a la nominal inspira confianza en los inversionistas, reflejando una planificación tributaria prudente, cumplimiento normativo riguroso, así como un enfoque sostenible para gestionar obligaciones fiscales.

Los impuestos diferidos hacen alusión al gravamen que una empresa espera pagar (o recuperar) en el futuro por diferencias de índole temporal entre el resultado contable y el fiscal.

Conclusiones

Aunque los impuestos diferidos puedan parecer una ficción contable, su reconocimiento en los estados financieros, bajo las IFRS y NIF, desempeña un rol esencial en la transparencia y comparabilidad de la información. Este rubro en los estados financieros permite a las empresas reflejar con mayor precisión sus obligaciones o derechos fiscales futuros, facilitando el análisis de inversionistas y usuarios de los estados financieros.

Una gestión adecuada de los impuestos diferidos contribuye en las organizaciones a mantener una tasa efectiva estable, fortaleciendo la confianza de los inversionistas y promoviendo la transparencia. En un contexto que prioriza la responsabilidad fiscal, el manejo del impuesto diferido trasciende su aparente ficción para convertirse en una herramienta clave para la toma de decisiones.