Don Francisco vio en la contaduría esa esencia de los negocios y fue por ello por lo que se inclinó por estudiarla, sin embargo, con el paso de las materias y el ejercicio de la profesión, encontró un lugar desde el cual podía cambiar su entorno. En palabras del experto, los contadores deben ser habilidosos respecto de los nuevos mecanismos, formas y procedimientos para captar la información financiera.
Asimismo, subraya que los contadores deben “estar atentos a los riesgos que pueden ocurrir en la operación de una empresa y familiarizarse con los aspectos cibernéticos para proteger la operación de la misma. Actualmente, esto es lo que necesitamos manejar a la perfección; los contadores tenemos que hacerlo bien”. Por lo anterior, sugiere a quienes desean optar por este camino laboral que estén seguros de que esa carrera es lo que les gusta y, una vez que lo estén, se entreguen a ella, la amen, así como traten de hacer y dar lo mejor de sí mismos.
El contador Chevez Robelo también destaca que se necesita integridad, lealtad, capacitación, esfuerzo, innovación, superación y estar dispuesto a aprender para desarrollarse de manera profesional. Asimismo, refiere que en esta profesión se requiere ser positivo y tener una actitud para servir, así como saber respetar a los clientes, ser serio y profesional.
Con 72 años de experiencia dentro de la profesión contable, Francisco Chevez considera que el actuar ético de los contadores proviene, además de todo, de estar colegiado. Desde su perspectiva, para el contador público, sin importar que ejerza como profesional independiente o como particular para una empresa, su ejercicio profesional se verá sujeto a la observancia del Código de Ética Profesional. En este sentido, indicó que los principios fundamentales del código son:
El también catedrático explica que dicho código, elaborado por el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), está inspirado en lo que hace la Federación Internacional de Contadores (IFAC, por sus siglas en inglés), que es la que controla toda la contaduría pública a nivel internacional. Adicional a ello, también toma en cuenta las situaciones de nuestro país, así como lo emitido por el CINIF (Consejo Mexicano de Normas de Información Financiera), que ayuda a aportar reglas o normas para que se forme un verdadero código de ética.
Más tarde, el contador Chevez llegó al Colegio de Contadores Públicos de México como un joven que trabajaba para la firma Arthur Andersen (que después fuera Ruiz Urquiza); ya que, dicho despacho tenía la política de que su personal, al ocupar puestos gerenciales en adelante, debían pertenecer a un organismo profesional.
Cabe destacar que ese Colegio de 1961 distaba de ser lo que es en la actualidad. Establecido en la calle Dolores, tenía muy pocos miembros, pero todos ellos eran mentes brillantes; en palabras del contador, daba gusto pertenecer y crecer con el Colegio. “Conocí a muchas personas y todos sus integrantes eran gentes destacadas que estaban haciendo algo bueno en la profesión y, el que no lo hiciera, pues lo echaban para afuera”, recuerda.
Una vez que ingresó al Colegio, Francisco José decidió permanecer a lo largo de su carrera, participando en eventos como las Jornadas de la Contaduría Pública. Formó parte de la comisión Fiscal y llegó a uno de los momentos más importantes de su paso por esta institución, ser presidente del Colegio por el bienio 1990-1992.
Menciona que cuando vivió esta etapa, se encontró con un Colegio con pocos miembros, por lo que, esto fue uno de los principales retos a superar durante su gestión. Uno de los motivos de la falta de socios era la idiosincrasia de que pertenecer a este gremio era sólo para aquellos que ejercían de manera independiente.
Entonces, él y su equipo se empeñaron en buscar a aquellos profesionales no independientes, los invitaron a organizar cursos que antes no se daban y las salas se empezaron a llenar, incluso, muchos de ellos impartieron esas capacitaciones, “se ponían de acuerdo con los contadores públicos independientes y esto fue una fórmula que tuvo éxito”, refiere.
Por otro lado, se enfocaron en tener reuniones con empresarios, sobre todo para combatir problemas fiscales, una práctica poco común en ese entonces. Al tiempo, iniciaron los diplomados con la ayuda del contador Juan Carlos Alonso Cardoso, legado que aún permanece.
Durante esa época, también se hizo la primera reunión de socios vitalicios, miembros que, para ese entonces, se sentían olvidados. Por lo tanto, llegaron al Colegio, estaban muy alegres de que se les tomara en cuenta y que se les diera la oportunidad de reunirse, cuando menos, una vez por año y tener un momento para intercambiar ideas; evento que, hasta la fecha, sigue funcionando, “ya no abandonamos a nuestros socios vitalicios, ahí están, en el corazón del Colegio”.
Otro esfuerzo para que creciera el Colegio fue la publicación de diversas obras técnicas que, a su parecer, es un punto que ha faltado abordar en las presidencias que lo han sucedido. “En esa época se publicaron muchas obras, no ha vuelto a hacer el Colegio eso; una de ellas fue escrita por el Dr. Fabián Martínez Villegas, se llamó La alta gerencia rumbo al siglo XXI”. Comenta que ese libro lo editó el IMCP y que, aunque ya pasaron muchos años, varios de sus artículos todavía son aplicables al día de hoy.
El resultado de dichas estrategias fue el registro de 2,200 socios en aproximadamente un año; récord que, en sus palabras, no se volvió a romper hasta después de 20 años. Parte de ese logro fue gracias a su cercanía con los socios, ya que, le gustaba el contacto con la membrecía del Colegio. Recuerda que cuando se llevaba a cabo una conferencia o curso, le tocaba estar presente como presidente para dar la apertura.
Resalta que todo eso trajo el éxito y mucha convocatoria. Asimismo, don Francisco reitera que los esfuerzos por tener un Colegio como el que hoy existe no fueron exclusivos de él, sino que todos los presidentes en sus bienios han apostado por generar actividades, acuerdos y muchas otras cosas por la grandeza de esta institución. “Encuentro a la presidencia actual cuidando y sobresaliendo en eso”, subraya.
Aunque se suele confundir sobre quién inició con El Rostro Humano de la Contaduría Pública (El RHCP), Francisco Chevez explica que lo creó el expresidente del Colegio en el bienio 2000-2002, Roberto del Toro Rovira, en alianza con el expresidente Alberto Núñez Esteva que, en ese momento, era presidente de Fundación Merced, una institución de segundo piso dedicada a apoyar la obra social benéfica.
La historia parte de quienes le presentan la idea al señor Roberto del Toro, un grupo de esposas de contadores inquietas por hacer obras benéficas. Entonces nace el grupo conformado únicamente por mujeres, pero después lo presidió por un tiempo el contador Roberto Danel Díaz.
No obstante, debido a su carga de trabajo, tuvo que dejar la labor altruista, por lo que, el contador del Toro pidió ayuda a Francisco José para que tomara la batuta de presidir El RHCP; por lo tanto, en la misma dinámica se integraron hombres a la organización y, entre todos, lo convirtieron en el ente social del Colegio.
El nombre, por su parte, recuerda que en una reunión en la que estuvo una de las esposas de los expresidentes del Colegio, ésta comentó que los contadores públicos son muy cuadrados para las causas sociales, por lo que, uno de los miembros del comité contestó lo siguiente: “Están equivocados, los contadores públicos tienen un rostro humano”, y de ahí fue que nació la idea. Ahora bien, el contador aclara que hay que tener presente que El RHCP únicamente opera en el área del Colegio de Contadores Públicos de México.
Asimismo, para 2009 El RHCP operaba como una comisión del Colegio y estaban aliados con la Fundación Merced, la cual ayudó a que funcionara, incluso en materia económica; también lo hizo la firma Mancera. No obstante, en el año mencionado, el presidente del Colegio por el bienio 2008-2010, José García Sabaté, consideró que lo mejor era conformar una asociación civil para que ésta sea la que siga realizando la labor de El RHCP.
“La actividad comenzó en 2010; con el siguiente presidente comenzamos a trabajar como El Rostro Humano de la Contaduría Pública, Asociación Civil, que es una donataria autorizada que ha venido operando, creciendo y logrando una labor muy importante”, señala.
Desde su creación y hasta 2021, año de su salida como presidente, El RHCP otorgó 24.1 millones de pesos a las instituciones para que llevaran a cabo su labor. Adicional a ello, se financiaron 152 proyectos y le dieron oportunidad de mejor calidad de vida a 84,900 niños y a sus familias. Asimismo, en 2021, gracias a los donativos aportados por 140 colegas, despachos y “amigos de la contaduría pública”, se reunió sólo en ese año 1,279,000 pesos de donaciones.
Todo ciclo tiene que terminar y tras 20 años de estar al frente de esta gran labor, en 2022 el contador Chevez cedió el mando a la contadora Patricia González Tirado. “El haber formado parte de El RHCP fue una cosa grandiosa porque cuando lo estuve presidiendo, acostumbraba ir a visitar a los niños en las instituciones que apoyábamos, sin duda, recuerdos que llevaré en mi corazón siempre”, rememora.
En palabras del expresidente del Colegio, hay que estar atentos a los cursos que se imparten, pues “el que va a los cursos, va a aprender lo último”, además de no perder la membrecía en el Colegio, pues como profesionales, se pierde valor. Destaca que el profesional adquiere valor siendo socio del Colegio de Contadores Públicos de México o, si es del interior de la república, de su Colegio federado con el IMCP y la Federación de Colegios.
Francisco José Chevez Robelo añade que todas las prácticas que afectan a la contaduría pública tienen que ser analizadas en el Colegio por sus expertos y transmitirlas para que la gente las conozca, se interese y no esté al margen sobre la nueva técnica y sus procedimientos.
“Esa es la labor del Colegio y creo que la está haciendo muy bien, pero esperemos que no decaiga eso; que al contrario, sigamos siempre bien atentos a que estemos presentando lo mejor de lo mejor”, concluye.
Bajo ciertas circunstancias, hay autoridades específicas que están facultadas para solicitar información confidencial amparada por el secreto bancario.
Eréndira Berenice López Gutiérrez
Se deben realizar las revelaciones suficientes y necesarias para que los usuarios de la información financiera tengan la oportunidad de conocer los cambios contables y la corrección de errores.
Juan Carlos Bojorges Pérez
Un saldo a favor del ISR no es un tema que se genere en automático, es una tarea que dura todo el año y culmina en la declaración anual para personas físicas en el mes de abril.
Eduardo Estrada Borja
Los peritos contables en casos de fraude deben dar un valor agregado a las empresas para que no vuelvan a sufrir daños que afectan la parte económica, su imagen y calidad ética.
Juan Rivero Medina
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