Socio
en PricewaterhouseCoopers, S.C.
Para tener una idea de la enorme contribución en la generación y distribución de riqueza de las empresas familiares, basta decir que las 500 empresas familiares más grandes del mundo generan ingresos por 7.28 billones de dólares, cantidad que equivaldría al tercer Producto Interno Bruto (PIB) más grande del mundo (después de EUA y China) y, probablemente, constituya el tipo de empleador más grande a nivel global.
La relevancia de este tipo de empresas también se puede apreciar por sector industrial a nivel mundial:
Es importante mencionar que encuestas recientes establecen que las empresas familiares son más confiables (67%) que, incluso, las empresas públicas (58%).
En México las empresas familiares representan 90% de las organizaciones en el país y contribuyen con 85% del PIB nacional, cifras que coinciden con las reportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) bajo su clasificación de micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).
Al tomar en cuenta que dos de las principales características de las empresas familiares son los valores y la visión de largo plazo que les permiten fortalecer la continuidad y el legado familiar, el tema de sostenibilidad adquiere una importancia relevante y requiere ser integrado en los planes estratégicos y de sucesión correspondientes.
Las empresas familiares (con sus fuertes raíces en valores y legados empresariales) están en una posición única para liderar el camino hacia un mundo más sostenible. En la era actual, donde la conciencia ambiental y social está en su punto álgido, estas organizaciones se enfrentan al desafío de equilibrar la tradición con la necesidad de adoptar prácticas empresariales responsables. La adopción de prácticas Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) se ha convertido en un componente esencial para el éxito y la continuidad de estas empresas en un mundo que evoluciona rápidamente.
Las empresas familiares se fundamentan en valores que han pasado de generación en generación, por lo que, integrar prácticas ESG se alinea perfectamente con estos, creando un legado empresarial que va más allá de la obtención de ganancias y perdura en el tiempo. La responsabilidad ESG se convierte así en una parte estratégica, asegurando que el negocio prospere. Estos mismos principios son compartidos por los consumidores que se identifican con las marcas y compañías que son consideradas “integralmente responsables”.
De la misma manera, en un mercado laboral competitivo las empresas familiares que adoptan prácticas ESG tienen una ventaja significativa. Los empleados, especialmente la generación más joven, buscan empleadores que compartan sus valores y preocupaciones; esto contribuye a incrementar la productividad, reducir la rotación de personal e incrementar la retención del talento.
La gestión de factores ESG contribuye a identificar y mitigar riesgos antes de que se conviertan en problemas significativos. Las empresas familiares pueden proteger su reputación y estabilidad financiera al gestionar adecuadamente su impacto ambiental, las condiciones laborales y otras consideraciones ESG. La necesidad de adoptar una conciencia sostenible incentiva la innovación; esto al buscar y desarrollar nuevas formas de manufactura y distribución de bienes y servicios.
Por su parte, los inversores y las instituciones financieras tienen cada vez más interés en apoyar a organizaciones sostenibles. Las empresas familiares que adoptan prácticas ESG tienen más probabilidades de acceder a un financiamiento a tasas favorables, así como atraer inversores comprometidos con el crecimiento a largo plazo.
Las prácticas ESG fortalecen a las empresas familiares para que sean más resistentes a las fluctuaciones del mercado y los desafíos económicos. Adaptarse a las expectativas cambiantes de los clientes, así como a las regulaciones ambientales y sociales, es esencial para la continuidad del negocio. Existe una creciente evidencia de que hay una correlación entre la rentabilidad y la adopción de políticas ESG. Se puede decir que la sostenibilidad en las empresas familiares y, en general, para todo tipo de empresa, es una inversión que crea valor económico, social y ambiental a largo plazo.
La adopción de prácticas ESG en empresas familiares se ajusta a las demandas del mundo moderno, pues contribuyen positivamente al planeta y a las comunidades en las que operan y generan productividad, innovación y continuidad en la operación.
Las empresas familiares deben acelerar la adopción de los principios de sostenibilidad aplicando un plan de trabajo que incluya las siguientes etapas:
Integrar estas prácticas es una ventaja competitiva que no sólo es un imperativo ético, sino también una estrategia inteligente para garantizar la relevancia, la estabilidad y la prosperidad continua del negocio familiar en un mundo impulsado por la responsabilidad, así como por el cuidado del medio ambiente y la sociedad. 
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