Regresar a la oficina tiempo completo: ¿misión imposible?

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C.P.C. y P.C.CO. Mauricio Brizuela Arce Socio en Salles, Sainz - Grant Thornton, S.C.

Por lo tanto, es normal que la idea de regresar al modelo presencial de trabajo se vea ya no como algo lejano, sino como una posibilidad cercana. Quienes más apoyan este plan ocupan puestos directivos, mientras que, quienes se resisten son el resto. ¿Existe una manera de llegar a un acuerdo? Para encontrarlo, es importante comprender los argumentos de ambas partes como primer paso.

El lado de las empresas: ¿por qué es buena idea regresar a la oficina?

La oficina es un punto de colaboración valioso: con lo que se ha vivido estos años, una cosa clara es que la gente puede trabajar donde sea (con la herramienta adecuada). El problema no es si las personas cumplen con sus tareas, más bien, se trata de la manera en que colaboran y resuelven con sus compañeros. En persona es más fácil debatir una idea a mitad del pasillo camino a rellenar una taza de café; asimismo, las dudas sencillas se contestan en dos segundos, sin espacio a malos entendidos.

La cultura laboral se cultiva gracias a la convivencia: un aspecto que mantiene unidas a las personas que trabajan en una empresa es que descubren que coinciden con algunos, o bien, en todos los valores de la organización; también que cada día se identifican más con sus compañeros y los objetivos que alcanzan. De esa manera, crean una conexión con el sitio en el que se desarrollan, algo que inspira a mejorar su desempeño y seguir creciendo.

Mejora la supervisión y se identifican las oportunidades: más allá de las evaluaciones de desempeño, quienes están al frente de los equipos pueden identificar (oportunamente) mejoras pertinentes, desde el cambio de herramientas de trabajo, gestión del tiempo y prioridad de tareas, hasta actividades que ejerciten habilidades clave para la resolución de problemas o que impulsen talentos que no se han explorado.

El lado de los empleados: ¿por qué es buena idea mantener el trabajo a distancia?

Se recupera tiempo, pues ya no hay que transportarse a la oficina: en México, las personas tienen que dedicar, por lo menos, una hora del día a moverse en un embotellamiento; esto obliga a que deban salir de sus casas más temprano, que no puedan desayunar con calma, o bien, que sacrifiquen tiempo que desean invertir en su familia, pasatiempos y esparcimiento.

Permite encargarse de los cuidados de algún familiar o hijos: trabajar desde casa significa estar más cerca de las personas que más necesitan de atención, tales como los adultos mayores, las infancias o personas que sufren de alguna condición crónica.

La condición física o de salud mental ya no es un obstáculo para el trabajo: el trabajo a distancia presenta una solución para quienes tienen una dificultad motriz, o bien, que padecen de alguna condición que provoca estrés muy alto durante situaciones sociales que a cualquiera le son incómodas (aglomeraciones en el transporte público).

¿Estos argumentos quieren decir que es imposible hallar un acuerdo entre la dirección y la plantilla laboral cuando se trata del regreso a la oficina?, ¡claro que no!

¿Cómo lograr un punto medio?

Conocer las razones para continuar con el trabajo a distancia: es mejor escuchar en voz del talento de la empresa qué es lo que no le atrae de regresar a la oficina. Esto arrojará datos más veraces sobre la situación de los empleados, los retos que deben enfrentar para cumplir con ese requisito, así como quiénes consideran continuar con su empleo si dichos problemas no existieran.

Analizar cuáles soluciones puede ofrecer la empresa: en ocasiones será cuestión de agregar un elevador para quienes tienen problemas de movilidad, a veces habrá que ofrecer una guardería en las instalaciones, pero al final, se trata de encontrar cómo resolver las necesidades de los empleados para mantener su talento en la empresa.

Buscar incentivos: algunas organizaciones ya piensan en aumentos de sueldo y ascensos para quienes regresen cinco días a la semana a la oficina, lo cual suena como una buena solución de inicio. Pero hay más, por ejemplo, aumento de días de vacaciones, reducción de jornada laboral según resultados e, incluso, considerar que se mantenga un modelo híbrido que les permita elegir algunos días al mes para trabajar desde casa.

Conclusiones

Todos los cambios requieren un tiempo de ajuste. Se necesitó en 2020 y se necesitará de nuevo en estos meses, por lo tanto, no será una tarea imposible, aunque sí un tanto laboriosa. Pero una cosa es segura: no podrá hacerse si no se involucran a las personas que trabajan en la empresa.

Asimismo, habrá que prepararse, pues más de uno decidirá abandonar el puesto si ya no es remoto de tiempo completo; y eso está bien, porque dejará espacio para alguien más que realmente quiera inyectar su experiencia y habilidades en el puesto vacante.