Pensamiento crítico y escepticismo profesional del contador público

El pensamiento crítico y escepticismo profesional son indispensables para el correcto actuar del contador público, según la NIA 200, el CEP y el IAASB.

Pensamiento crítico y escepticismo profesional en el contador público


Ética y sustentabilidad 18 de junio de 2024

El pensamiento crítico es uno de los pilares de los contadores públicos en el ejercicio de su profesión; muestra de esto es su incorporación específica en las modificaciones propuestas al Código de Ética Profesional (CEP), enviadas a auscultación por el Colegio de Contadores Públicos de México el 25 de agosto de 2023. Hoy en día, se está en espera de su aprobación y publicación por parte del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).

Las referidas modificaciones (párrafo R120.5 del CEP) mencionan al pensamiento crítico como el primero de los tres elementos requeridos para la aplicación del marco conceptual del código. Asimismo, junto con el ejercicio del juicio profesional y el uso de la prueba de un tercero razonable e informado, forman la base para la aplicación del marco conceptual, el cual es indispensable utilizar al identificar, evaluar y responder a las amenazas a los principios fundamentales.

Aunque no se había definido en el CEP, el pensamiento crítico se ha venido aplicando a lo largo de toda la trayectoria profesional del contador público.

El pensamiento crítico (según el párrafo 120.5 E1) es un prerrequisito para obtener una comprensión de los hechos y circunstancias necesarias para la aplicación adecuada del marco conceptual. La determinación de las acciones necesarias para obtener este entendimiento, así como llegar a una conclusión sobre si se han cumplido los principios fundamentales, también requiere el ejercicio del juicio profesional.

Implicaciones del pensamiento crítico

  • Considerar la fuente, pertinencia y suficiencia de la información obtenida, considerando la naturaleza, el alcance y los resultados de la actividad profesional que se realiza.
  • Estar abierto y alerta a la necesidad de una mayor investigación u otra acción.

De acuerdo con el párrafo 120.5 E2 del CEP, al tomar en cuenta la fuente, pertinencia y suficiencia de la información obtenida, el contador público podría considerar, entre otras cuestiones, si se da lo siguiente:

  • Ha surgido nueva información o se han dado cambios en hechos y circunstancias.
  • La información o su fuente pueden estar influenciadas por prejuicios o intereses personales.
  • Hay motivos para preocuparse de que podría faltar información relevante de los hechos y circunstancias conocidos por el contador.
  • Hay inconsistencia entre los hechos y circunstancias conocidas, así como las expectativas del contador.
  • La información proporciona una base razonable para llegar a una conclusión.
  • Puede haber otras conclusiones razonables a las que se podría llegar a partir de la información obtenida.

En el párrafo 120.5 E3 del CEP se menciona que los contadores públicos requieren de un pensamiento crítico, el cual, como se indica en el párrafo R120.5, es indispensable al identificar, evaluar y responder a las amenazas a los principios fundamentales. Este prerrequisito (para la aplicación del marco conceptual) se aplica a todos los contadores, independientemente de la actividad profesional que desarrollen.

Según las normas de auditoría, revisión y otros trabajos de aseguramiento, incluidas las emitidas por el International Auditing and Assurance Standards Board (IAASB), los contadores también deben ejercer el escepticismo profesional, que incluye una evaluación crítica de la evidencia.

El pensamiento crítico es uno de los pilares de los contadores públicos en el ejercicio de su profesión.

De acuerdo con las definiciones de la Norma Internacional de Auditoría (NIA) 200, Objetivos globales del auditor independiente y realización de la auditoría de conformidad con las NIA, el escepticismo profesional es la actitud que implica una mentalidad inquisitiva, una especial atención a las circunstancias que puedan ser indicativas de posibles incorrecciones debidas a errores o fraudes, así como una valoración crítica de la evidencia de auditoría. Esta definición tiene mucha relación con el pensamiento crítico que menciona el código.

Aun y cuando las modificaciones al código propuestas en 2023 introdujeron el concepto de pensamiento crítico, éste ya era parte del actuar profesional y del CEP, sólo que mencionado dentro de otros conceptos y párrafos. A continuación se mencionan tres ejemplos en los que se aplica el pensamiento crítico:

  1. Cuando uno de los accionistas de la compañía entrega (a los contadores) facturas de gastos efectuados por él y su familia durante sus vacaciones, esto para que se registren dentro de los gastos de viaje propios de la compañía. ¿Se devuelven los comprobantes debido a que estos no son parte del negocio?, ¿se explican los problemas éticos, financieros y fiscales que esta situación implica para los contadores, para la empresa y los demás socios?
  2. Cuando se es auditor y el director de finanzas presenta un cálculo para soportar la estimación para pérdidas por deterioro en inventarios, ¿se hacen las pruebas necesarias y se solicita la documentación requerida para soportar el criterio aplicado?, ¿se confía en su criterio porque siempre ha realizado bien sus cálculos desde que se le conoce?, ¿se conecta toda la evidencia de auditoría al hacer la revisión de sus cálculos?
  3. Cuando se es profesor en una universidad y se observa que los planes de estudio no cubren las disposiciones del CEP, o bien, que el tiempo para cubrirlas es insuficiente, ¿se habla con los directivos de la universidad para que los planes de estudio se modifiquen? Y, en caso de no haber respuesta, ¿se dedica tiempo para cubrir los aspectos más importantes del código, así como los más importantes de las otras materias que se imparten?

En estos tres casos, ¿se está aplicando el pensamiento crítico?, ¿se está empleando el escepticismo profesional adecuadamente?

El pensamiento crítico es el primero de los tres elementos requeridos para la aplicación del marco conceptual del CEP.

Asimismo, surge una serie de interrogantes: ¿qué sería de los profesionales si no tuvieran un pensamiento crítico y el escepticismo profesional? ¿se aceptaría todo lo proporcionado como verdadero, suficiente y confiable para elaborar un registro contable o para otorgar una calificación (cuando se es profesor)?, ¿se aceptaría cualquier comentario o documento para dar una opinión sobre la veracidad, integridad y exactitud de la información financiera?, ¿se estaría cumpliendo adecuadamente con el objetivo de servir al interés público?

Conclusiones

El pensamiento crítico es indispensable para la correcta actuación del contador público en cualquiera de los sectores en los que se desempeñe; asimismo, es una parte importante del escepticismo profesional. Por otro lado, aunque no se había definido en el CEP, se ha venido aplicando a lo largo de toda la trayectoria profesional.icono final



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