La gerencia es entendida como el proceso de planificación, organización, dirección y control de los recursos de una organización o una unidad (en este caso, auditoría interna), con la finalidad de alcanzar sus objetivos. Ahora bien, la gestión de una responsabilidad es un concepto más amplio que incluye a la gerencia y al liderazgo.
En este sentido, el director de auditoría interna, cuya denominación del cargo o responsabilidades puede variar según la organización, debe ejercer un papel de liderazgo como responsable máximo de la función bajo su mando en todos los aspectos relevantes de la unidad; asimismo, debe asegurarse de que exista un desempeño de calidad en los servicios que se prestan de conformidad con las NGAI (Estructura de las Normas Globales de Auditoría Interna).
El director de auditoría interna no debe identificarse como líder sólo por su ubicación formal en la cúspide del organigrama de la unidad; debe ejercer influencia positiva y motivadora en su gente con su actuación, ejemplo y habilidades para acompañar a las personas que conforman su equipo de trabajo; todo ello, en la búsqueda de alcanzar el mejor desempeño de la función de auditoría interna.
En adición a lo anterior, cabe señalar que el radio de acción del liderazgo del director de auditoría interna no debe circunscribirse al personal de su unidad, sino que él mismo debe permear hacia las partes interesadas. De acuerdo con las NGAI, las partes interesadas pueden ser un individuo o un colectivo con algún interés (directo o indirecto) en las actividades y resultados de la organización, pudiéndose incluir entre éstas al consejo, empleados, socios, clientes, proveedores, bancos, auditores externos, agencias reguladoras y público en general.
En este sentido, el éxito de la aplicación de las NGAI dependerá del nivel de aceptación que se tenga por parte del consejo de administración en cierta medida, pues ellos son los responsables del gobierno de la organización en última instancia. A este respecto, es necesario que el director de auditoría interna se asegure de explicar el valor de las normas y cómo beneficiarán a la entidad; para ello, es imprescindible el liderazgo de la persona que está al frente de la función.
Por supuesto, el liderazgo no sólo debe ser ejercido por el director, sino que éste debe estimular y apoyar a su equipo de trabajo a salir y expresar (a las partes interesadas con quienes interactúen) los beneficios que la función de auditoría interna puede ofrecer a la organización.
Como ya se ha señalado, la labor de gestión comprende los conceptos de gerencia y liderazgo, y se aborda en el Dominio IV de la normativa sobre la disciplina de auditoría interna a nivel global. La gestión de la función, de acuerdo con las NGAI, distingue cuatro principios:
Fuente: IIA.
El Dominio IV aborda distintas facetas relacionadas con la planificación, gestión, comunicación y calidad de la función de auditoría interna, mismas que se llevan a cabo en aras de lograr el mejor desempeño de la unidad y cuyo objetivo final es proporcionar valor agregado a la organización donde desarrolla su labor.
La gestión de la función de auditoría interna es lo que se realiza y construye en el día a día, con base en un trabajo debidamente planificado, con la gestión adecuada de los recursos con los que se cuenta, así como fomentando las relaciones y comunicación con las partes interesadas.
Esto permite visibilizar, de una mejor manera, lo que ocurre en el entorno de la organización; también, posibilita una mejora en la calidad de la prestación de los servicios que ofrece la unidad de auditoría interna.
Los cuatro principios definidos en el Dominio IV, relativos a la gestión de la función de auditoría interna en una entidad, son organizados y detallados mediante un total de 16 normas:
Normas del Dominio IV | |
Principio 9, Planificar estratégicamente 9.1. Gobernanza, control de riesgos y control9.2. Estrategia de auditoría interna 9.3. Metodologías 9.4. Plan de auditoría interna 9.5. Coordinación y confianza |
Principio 10, Gestionar los recursos 10.1. Gestión de recursos financieros10.2. Gestión de recursos humanos 10.3. Recursos tecnológicos |
Principio 11, Comunicar de manera eficaz 11.1. Relaciones y comunicaciones con las partes interesadas11.2. Comunicación eficaz 11.3. Comunicar los resultados 11.4. Errores y omisiones 11.5. Comunicación de la aceptación de riesgos |
Principio 12, Mejorar la calidad 12.1. Evaluación interna de calidad12.2. Medición del desempeño 12.3. Supervisión y mejora del desempeño en los trabajos |
En el principio 9, relativo a la planificación, se establecen los principales criterios para que el director ejecutivo de auditoría planee y proyecte estratégicamente la unidad a su cargo, esto con el objetivo de garantizar que se cumpla con el mandato de la función, es decir, establecer el vínculo entre su propósito y la estrategia, así como posicionarse para el éxito a largo plazo.
El principio 10 se refiere a la responsabilidad del director ejecutivo de auditoría de gestionar los recursos a su disposición (financieros, humanos y tecnológicos) para que la función desarrolle y materialice su plan, y cumpla con su mandato.
Ahora bien, el principio 11 abarca la comunicación eficaz con las partes interesadas en la función de auditoría interna con mayor énfasis que en la normativa anterior, dándole significado a la creación de relaciones y comunicación con las partes vinculadas. En general, se espera que el director ejecutivo de auditoría reflexione y considere, con atención y a profundidad, las relaciones y comunicaciones que se establecen con las partes interesadas, ya sean formales o informales.
Por último, el principio 12 se refiere a la calidad de la función de auditoría interna. Se precisa que la responsabilidad de la evaluación interna de calidad es un compromiso de los directores ejecutivos de auditoría, quienes deben asegurar que la unidad se ajuste a las NGAI y cuente con un programa supervisado de mejora continua de su desempeño.
El Dominio IV se centra en cómo se desarrollan las actividades de auditoría interna y hace énfasis en las responsabilidades de los directores ejecutivos de esta área durante la gestión de la función. Las NGAI están diseñadas para asegurar que las organizaciones obtengan servicios de buena calidad, esperándose que las unidades de auditoría interna ponderen adecuadamente el cómo deben hacer su trabajo y de qué manera pueden aportar valor, teniendo un peso específico en las relaciones y comunicaciones que se establecen con las partes interesadas con las que se interactúa.
Todos los gerentes de alto nivel en una empresa deben tener una estrategia y, como los directores ejecutivos de auditoría pertenecen a esta categoría de gerentes, también deben estructurar su estrategia, misma que debe estar alineada con la de la organización.
No obstante, el que la estrategia de auditoría interna esté en sintonía con la de la organización no es suficiente, ya que, además de ello, el trabajo que se desarrolle debe ser oportuno, hacerse como se debe, comunicarse de manera efectiva y mantener altos niveles de calidad en su desempeño, tal como lo exigen las normas.
Al incorporar IA, robótica y análisis de datos, el equipo de auditoría puede anticipar riesgos, mejorar el cumplimiento y contribuir al éxito organizacional.
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