Ley de Ingresos para 2023

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M.C.I. y C.P.C. Juan Carlos Bojorges Pérez Socio Director en Bojorges Soriano y Asociados, S.C.

l 25 de octubre, el pleno de la Cámara de Senadores aprobó (con 62 votos a favor, 42 en contra y dos abstenciones) la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) para 2023. Dentro de los temas que llamaron la atención de este paquete económico, fue que no se presentaron propuestas de modificación a las leyes fiscales, así como tampoco la creación de nuevos impuestos ni aumentos en los que ya existen (excepto en la Ley Federal de Derechos); pero sí se plantea un incremento en los ingresos que la federación pretende obtener.

El monto total de ingresos que se pretenden obtener es de 8 billones 299, 647.8 millones de pesos e incluye un crecimiento estimado del Producto Interno Bruto (PIB) del 3 por ciento.

Dentro de los demás contenidos, se estima un tipo de cambio de 20.6 pesos por dólar; referente a la producción petrolera, se plantea una producción de 1,872 millones de barriles diarios, con un precio de 68.7 dólares por barril para el crudo de exportación. Es de mencionarse que el contenido del dictamen fue el mismo que envió la Cámara de Diputados, es decir, se aprobó sin cambiar ni una coma.

Del total de ingresos: 4 billones 623, 583.1 millones de pesos corresponden a impuestos; 470,845 millones serán de cuotas y aportaciones de seguridad social; 35 millones en contribuciones de mejoras; 57,000 millones por derechos; 6,543 millones por productos; 173,554 millones por aprovechamientos; 1.3 billones por ingresos por ventas de bienes, prestación de servicios y otros ingresos; 487,742 millones por transferencias, asignaciones, subvenciones, así como pensiones y jubilaciones; y finalmente, se autorizó obtener ingresos por un monto de 1.176 billones de pesos por concepto de financiamientos.

Esos son los números y habrá que entender cuáles serán las acciones que la autoridad implementará para lograr las metas establecidas. Es claro que los programas de fiscalización van a continuar y van a aprovechar la tecnología como hasta ahora lo han hecho; las invitaciones para aclarar diferencias y realizar los pagos, así como los requerimientos de información, seguirán siendo tema de todos los días.

Hemos aprendido que: usar adecuadamente los Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI), cuidar y atender a las formas de pago, establecer medidas que nos ayuden a disminuir la presencia de invitaciones, llevar un adecuado control de nuestras cifras, contar con los papeles de trabajo que sustenten los números presentados en las declaraciones, depurar de manera constante nuestros saldos contables, entre otros; son herramientas que nos corresponde construir y desarrollar, pues nos permiten elevar la eficiencia en nuestro trabajo, además de que contribuyen a la seguridad y protección legal de nuestros clientes y patrones.

Como resultado de las medidas recaudatorias, la autoridad ha logrado cumplir con sus expectativas de recaudación en los últimos dos años; este año (tan sólo al segundo trimestre de 2022) los ingresos que fueron recaudados ascendieron a 3.305 billones de pesos (159,000 millones por encima de lo presupuestado).

Hay serios cuestionamientos sobre los números presupuestados para 2023, a pesar de lo optimistas que se ven; sin embargo, hay señales claras de que la autoridad podrá lograrlos, continuando con la eficiencia recaudatoria con la que ha trabajado y en donde nuestra profesión juega un papel fundamental.

No es un tema de aliarnos con la autoridad, sino es el cumplimiento de un compromiso social y moral: ayudar y lograr que nuestros clientes y patrones cumplan con sus obligaciones fiscales, combinando un modelo de legalidad, pero al mismo tiempo, de economía tributaria que permita a las empresas salir adelante.

Vale la pena también reflexionar los puntos que brillan por su ausencia en la LIF, como pueden ser: los estímulos para las empresas pequeñas, medianas y de nueva creación, así como incentivos para inversiones del extranjero.

No se ven políticas que generen incentivos para creación de nuevas fuentes de trabajo, ni apoyos para que las empresas que todavía no logran recuperarse de los daños económicos causados por la pandemia. En general, no se ve un modelo económico-político que fomente el desarrollo e impulse el crecimiento económico que nos hace mucha falta.