Neuroliderazgo, cómo reconfigurar tu influencia

Es tiempo de reinventar el liderazgo y de cuestionar ciertas ideas tradicionalistas en torno a él y, en este sentido, las neurociencias son de gran ayuda.

neuroliderazgo-como-reconfigurar-tu-influencia


N62567
Mtro. Hugo Guillermo Olivares Lima Director en The Dream Team University
Capital humano 15 de agosto de 2022
Podemos identificar las galaxias que están a años luz, podemos estudiar partículas más pequeñas que un átomo, pero todavía no hemos destrabado el misterio de las tres libras de materia gris que están entre nuestros oídos.
E

stas palabras fueron expresadas por el expresidente estadounidense Barack Obama cuando aprobó y dio a conocer el proyecto del Mapeo del cerebro humano (abril 2013).

Las neurociencias proveen la información más valiosa para replantear muchos paradigmas que durante siglos se asumieron como válidos.

Ha pasado casi una década desde entonces y hoy las neurociencias proveen la información más valiosa para replantear muchos de los paradigmas que durante siglos se asumieron como válidos, siendo algunos de ellos los concernientes al liderazgo, entre los cuales destacan:

Paradigmas previos a neurociencias Nuevos paradigmas a partir de las neurociencias Cambios en el liderazgo
Hay una época para aprender y otra para aplicar lo aprendido. El cerebro humano aprende desde el primero y hasta el último minuto de la vida. El líder como creador de aprendizaje y desarrollo de los colaboradores.
Sólo algunos pueden alcanzar capacidades de influencia. Todas las personas pueden crear influencia si conectan los circuitos cerebrales correctos. Convertirse en líder de líderes, no de seguidores.
Todas las personas tienen la misma percepción de la realidad. La percepción es modificada por el aprendizaje. Comprender que las diferencias en las respuestas de los colaboradores no se deben a una mente superior o inferior, sino a diferencias en las percepciones.
El cerebro es desarrollado por sus propios procesos internos. El cerebro es cincelado por el medio ambiente. Crear un microambiente social (o una plataforma) donde los colaboradores encuentren condiciones favorables para que brinden resultados de manera sostenible.
La razón es el centro de la actividad mental en el trabajo. Los procesos mentales poseen una raíz emocional. Influir desde las emociones positivas: visión de futuro, valores, motivación, confianza, identidad o descontento constructivo.
Todo aquello en lo que se piensa es relevante. Sólo se presta atención a lo relevante. Hay que destacar, de manera singular, esos aspectos que tengan una relevancia alta y evitar frases como “todo es importante” o “todo es urgente”.
El sueño sirve para descansar el cuerpo y desconectar la mente. Durante el sueño el cerebro guarda lo que considera útil y descarta lo que no lo es. Poner énfasis en las ideas clave mediante la repetición diaria y un impacto emocional alto.
Los adultos pueden aprender de manera individual con técnicas de memorización y análisis. Los adultos aprenden al estar entre otros adultos. Utilizar modelos de desarrollo de los colaboradores basados en el contagio social: mentoring, coaching, cross-training, shadowing.
El cerebro muestra mayor interés cuando se usan definiciones claras, conceptos y datos. El cerebro muestra mayor interés cuando se experimentan y escuchan historias. Impactar más por medio del storytelling y liderar “en el campo de batalla”, no detrás del escritorio.

Las neurociencias han identificado que los circuitos cerebrales responsables del miedo también lo son de la confianza; por tanto, si el líder utiliza estrategias de coerción para alcanzar los resultados, está configurando los circuitos mentales de los integrantes de su equipo para el miedo a la vez que desconfigura su confianza.

Las dos reacciones más frecuentes ante esta emoción primaria son la huida y la parálisis. La apuesta equivocada del liderazgo basado en el miedo es obtener resultados mediante estímulos que busquen evitar la consecuencia negativa, lo cual quizá logre que se alcancen los objetivos a un corto plazo, pero de forma alimentará una irreversible reacción de resistencia o huida en vez de generar compromiso.

Algunas prácticas de liderazgo a través de las cuales se utilizan los aspectos clave de las neurociencias para influir y crear resultados son las siguientes:

1. Liderar por medio de ambientes de desarrollo y éxito

Un ambiente está conformado por ideas, conversaciones, relaciones y espacios donde todo ocurre. En este sentido, los líderes pueden:

  1. Crear relatos y símbolos que articulen un pasado común hasta que logren insertarse en la mente y alimenten el orgullo de pertenecer a la organización o al equipo, como por ejemplo cómo surgió éste o qué idea le dio origen y propósito.

  2. Impulsar el uso de frases y palabras con un alto potencial para lograr lo que se espera del grupo e incorporarlas de forma constante y natural a todas las conversaciones. Cada vez que Steve Jobs presentaba algún nuevo producto, utilizaba decenas de veces términos como “increíble”, “asombroso”, “fantástico”, “sensacional” o “maravilloso” para describir tanto a los objetos como a sus colaboradores.

  3. Dar forma a las relaciones a través de la ejemplificación y la recompensa del tipo de interacciones que debe haber entre los distintos miembros, ya que, la colaboración y la confianza no van a llegar si no se reconocen conductas de crítica destructiva o de individualización del trabajo.


2. Liderar para la totalidad y la relevancia

Así como las escuelas distribuyen el conocimiento por especialidades, las organizaciones dividen las actividades por departamentos y funciones y, si bien esto es útil para que los resultados adquieran calidad, profundidad y especialización, evita que la gente vea “la foto completa”.

Las neurociencias han identificado que los circuitos cerebrales responsables del miedo también lo son de la confianza.

Si el trabajo exige ver con mucha frecuencia el corto plazo, se corre el riesgo de tratar al largo plazo como si no existiera o no fuera necesario. Si una función conlleva que se vean con detalle las finanzas, se puede dejar de comprender cómo influyen en el negocio los mercados, clientes, competidores, operaciones internas y la cultura.

El líder debe articular historias, conversaciones y actividades que propicien que los integrantes de su equipo vean más allá de la especialización y la rutina. Conocer el conjunto dota de un significado muy poderoso al trabajo cotidiano. También debe destacar aquello que es relevante de la misma manera que se resaltan con marcatextos las ideas más importantes de un escrito. Las neurociencias muestran que el cerebro dirige su atención a lo relevante e invisibiliza lo demás.

3. Liderar desde las emociones

No hay pensamiento, acción y memoria sin que previamente haya habido sentimientos, por lo que el líder debe sostener su influencia generándolos.

Fabricar emociones en la mente de otros no es sencillo, pero sí posible desde, por ejemplo, la motivación, los valores, el sentido de desafío o la confianza. La información que se capta del exterior se “entinta” de algún color en el cerebro que determina si algo es bueno o malo. Brindar razones poderosas para que los cerebros límbicos de quienes componen el equipo descubran por qué es importante y positivo alcanzar ciertas metas puede hacer la diferencia entre ponerse en acción o mantenerse pasivo.

Conclusiones

A través de la creación de ambientes, la totalidad y relevancia y la influencia desde las emociones, los líderes pueden poner a las neurociencias de su lado, ya que, una influencia potente es mucho más sencilla cuando el líder se alía con la parte más luminosa de los cerebros de sus seguidores. Ésa es la fuerza que distingue a dos organizaciones que, aun teniendo propósitos y recursos similares, consiguen resultados opuestos.

En los próximos años se presenciarán transformaciones radicales en la forma como las personas utilizan su creatividad, aprendizaje, análisis de problemas, pensamiento crítico, creación de estrategias, relaciones interpersonales y dirección adecuada de las emociones.

El hecho de que los hallazgos de las neurociencias estén ahí, al alcance de todos, no producirá por sí mismo ningún cambio, puesto que lo harán la claridad en la transformación personal, la automotivación, el desaprendizaje de viejos paradigmas y la adquisición de nuevos, junto con la formación de otros hábitos. Todo esto determinará qué líderes darán el salto para encabezar iniciativas innovadoras y qué organizaciones reconfigurarán el mundo no sólo en el terreno económico, sino en todos los aspectos primordiales para la vida humana.



Te puede interesar



© 2024 Colegio de Contadores Públicos de México, A.C

Directorio Contacto Aviso legal Acerca de Veritas

Inicia sesión o suscríbete para continuar leyendo.

Si eres socio del colegio utiliza el mismo correo y contraseña

O

Suscribirse