Datos en tiempo real y la analítica como servicio

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egún Byung-Chul Han en su ensayo El aroma del tiempo, la era actual es disincrónica; es decir, se vive en la inmediatez, en un tiempo atomizado, efímero y fugaz, donde nada concluye y donde todo carece de sentido. Desde la perspectiva del filósofo coreano, la vida sólo va a recuperar su sentido profundo en la medida en que las personas sean capaces de abandonar la hiperkinesia cotidiana y alojar de nuevo la vida contemplativa.

Al parecer, el mundo de los datos y la analítica siguen una filosofía totalmente opuesta, pues ante el boom de la información y la inmediatez de los hechos, el análisis de datos en tiempo real se vuelve tendencia dentro de las organizaciones que buscan crear valor en la era de la transformación digital.

Los datos en tiempo real representan el futuro de la “inteligencia de negocio” en el panorama actual de transformación digital.

Tecnología, conocimiento y decisiones en tiempo real

A estas alturas, para nadie es un secreto que los datos son el combustible de la transformación digital y que las empresas buscan cómo sortear los efectos de la actual recesión económica, así como la incertidumbre que conlleva. La innovación y el desarrollo tecnológico que permita satisfacer las necesidades y hábitos del homo digitalis parecen ser la clave para la supervivencia financiera de las empresas.

El verdadero problema radica en el hecho de que la tecnología que impulsa la innovación real (hoy en día) no sólo necesita información, sino que requiere de otro elemento clave en la ecuación: acceso al conocimiento y el desarrollo de competencias en las personas que les permitan tomar decisiones relevantes, no para ayer ni para hoy, sino para este instante. Es esto o dejar que las máquinas (que son las únicas capaces de procesar petabytes de información en cuestión de segundos) tomen las decisiones.

La experiencia ha demostrado que, en el ámbito de los negocios, la vida contemplativa y el arte de demorarse sirven muy poco.

La tecnología, la analítica y el conocimiento como un servicio

Durante años hemos escuchado a líderes empresariales y tecnólogos hablar sobre datos en tiempo real, pero desde hace muy poco se cuenta con tecnología que nos permite realmente aprovecharlos. Una encuesta realizada recientemente por DataStax, como parte de su informe anual State of the Data Race, encontró que el 71% de los más de 500 líderes tecnológicos encuestados creen que pueden atribuir, directamente, el crecimiento de los ingresos al uso de datos en tiempo real en sus organizaciones.

Algunos ejemplos de empresas que han podido aprovechar el poder de los datos en tiempo real son:

Al parecer, el uso de estas tecnologías se limita a grandes empresas con los presupuestos y las habilidades para implementar la infraestructura más poderosa y redes privadas ultrarrápidas. Lo cierto es que, hoy en día, la tecnología ha avanzado a una etapa en la que una nueva generación de proveedores de servicios puede ofrecer monitoreo y análisis de datos en tiempo real a través de modelos de infraestructura en la nube y como servicio Analytics as a Service (AaaS).

Lo anterior significa que las empresas de todas las formas y tamaños pueden beneficiarse de ella. AaaS proporciona a las empresas procedimientos y software de análisis de datos a través de la nube; generalmente, ofrece una solución de Business Intelligence (BI) totalmente personalizable con capacidades de extremo a extremo, organizando, analizando y presentando datos de una manera que permita que, incluso los profesionales que no son de TI, obtengan información y tomen medidas.

Ante el boom de la información y la inmediatez de los hechos, el análisis de datos en tiempo real se vuelve tendencia dentro de las organizaciones que buscan crear valor en la era de la transformación digital.

Pero hoy en día no sólo se plantea la analítica como un servicio, sino que múltiples proveedores promueven el conocimiento como un servicio Insights as a Service (IaaS), que se refiere a un servicio basado en la nube que no sólo proporciona información a las empresas, sino que también ayuda a proporcionar los planes de acción para encaminar la información a la consecución de los objetivos del negocio.

Ventajas del uso de datos en tiempo real

Hay muchos usos potenciales para estos datos; uno de los más valiosos es mejorar la experiencia del cliente. La recopilación de datos en tiempo real sobre los clientes, a medida que interactúan con los servicios, significa que podemos comprender lo que quieren y esperan de nuestros servicios en este momento.

Compañías como Netflix y otras en la industria del entretenimiento han hecho un gran uso de esto para predecir cómo queremos pasar nuestro tiempo y ofrecer (precisamente) el entretenimiento que estamos buscando; otra ventaja es mejorar los procesos operativos dentro de las propias empresas; los datos en tiempo real se pueden utilizar para mejorar el rendimiento y la eficiencia de las operaciones internas, reducir el desperdicio y permitir el mantenimiento predictivo.

La era actual se vive en la inmediatez, en un tiempo atomizado, efímero y fugaz, donde nada concluye y donde todo carece de sentido.

No siempre es tan sencillo adoptar estas tecnologías y servicios y, por supuesto, existen algunas barreras de entrada. En primer lugar, la infraestructura tecnológica debe ser rápida y resistente y, quizá más importante, la infraestructura de datos debe ser óptima. Las organizaciones que almacenan datos en silos están en desventaja y, es posible que, como primer paso, se requiera un cambio cultural que promueva la gestión de datos y la concepción de éstos como un activo valioso y sui generis de la empresa.

Conclusiones

Está claro que los datos en tiempo real representan el futuro de la “inteligencia de negocio” en el panorama actual de transformación digital. A medida que las tecnologías de vanguardia se vuelvan más populares, contar con los servicios y crear las capacidades representa un diferenciador clave entre los líderes y los rezagados en todas las industrias. Es el momento de actuar, pues la experiencia nos demuestra que, en el ámbito de los negocios, la vida contemplativa y el arte de demorarse sirven muy poco.