Realidades y contrastes

¿A qué le dedicas tiempo?

Debemos segregar todas las actividades importantes y dedicar tiempo a aquellas que tienen un mayor grado de impacto, que se vuelvan aún más valiosas.

¿A qué le dedicas tiempo?


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M.C.I. y C.P.C. Juan Carlos Bojorges Pérez Socio director en Bojorges Soriano y Asociados, S.C.
Realidades y contrastes 27 de diciembre de 2024

El fin de año nos invita a la reflexión, puede ser que, por costumbre, el espíritu navideño, o bien, la naturaleza propia de los ciclos, no importa la razón que sea, ¡hagámoslo! La intención de esta columna no es tocar la parte profesional, ya hemos hablado bastante de eso; en esta ocasión, la reflexión va sobre el aspecto humano, por ende, vamos a hablar de las personas. Para tener un punto de partida, la propuesta es que iniciemos este proceso a partir de contestar la siguiente pregunta: ¿a qué le dedicas tiempo?

No es la intención hablar del tiempo en sí mismo, sino que le pongamos un contenido de mayor alcance o profundidad; sustituyamos la palabra tiempo por vida, pues al final, si todos están de acuerdo, la vida se realiza a través del tiempo o ligado a él. La nueva pregunta sería: ¿a qué le dedicas vida?

Dejando por sentadas las respuestas biológicas, donde se duerme para descansar y reponer energías y se toman los alimentos para que el cuerpo pueda funcionar; lo cual, en términos generales, consume dos quintas partes de la vida, nos quedan disponibles tres de esas cinco partes. De ahí la importancia de que, conscientemente, organicemos las actividades y se les dedique vida a lo que decidamos. Entiendo que muchos dirán que el trabajo absorbe y se le dedica una gran parte, pero es justo ahí donde, de manera responsable, tenemos que redirigir esfuerzos y organizar cada día para que le dediquemos tiempo a lo importante.

Lo importante es subjetivo, para unos podrían ser sus hijos, su pareja, su familia en el concepto amplio, pero también un pasatiempo, donde cabría una larga lista de opciones. Para otros, pueden ser sus mascotas, ayudar al prójimo, servir a la comunidad, ver series, escribir, o bien, uno mismo.

Se deben dejar de lado los pretextos, las razones y justificaciones; no hay que dejar que otros decidan por nosotros y que pasen las oportunidades.

Alimentar el espíritu también es un tema importante; compartir con amigos, disfrutar de la naturaleza, estudiar, hacer limpieza, ir al médico, tomarse una copa de vino o café, en fin, hay un sinfín de actividades que asumen la categoría de “importante” y, a las cuáles, les podemos dedicar vida.

Ahora bien, segreguemos de todas las actividades importantes, aquellas que tienen un mayor grado de impacto, que se vuelvan aún más valiosas; nombrémoslas como “no negociables”, tomando un poco de nuestra jerga profesional. ¿Cuánta vida se le dedica a los no negociables?

En algunas de las columnas que preceden a ésta, tocando temas de ética, me ha gustado difundir la teoría aristotélica, la cual establece que el fin de la ética es la felicidad del ser humano, con la cuál concuerdo totalmente. Claro está que la felicidad es momentánea, la vamos alcanzado por temporalidades, sin embargo, cuanto más la buscamos y trabajamos en ella, definitivamente, más veces está presente.

Y si, conscientemente, organizo mi día a día para dedicarle vida (tiempo) a mis no negociables y, con ellos, logro alcanzar un mayor número de momentos de felicidad; entonces, lograré tomar un mejor control y aprovechar la estancia en este espacio-tiempo para disfrutar de la vida.

¡Suena bien!, ¿llega solo?, no; ¿es fácil?, no necesariamente; ¿vale la pena?, sí; ¿es permitido?, absolutamente sí; ¿el esfuerzo es recompensado?, ¡con creces!, ¿quieres hacerlo?

Conclusiones

Dejemos de lado los pretextos, razones, justificaciones y los estándares de que otros decidan por nosotros, no dejemos pasar las oportunidades, hay que tomar los riesgos, hay que equivocarnos, pero aprendamos de los errores. ¿Cuál será tu legado?, ¿de qué has sido ejemplo en tu vida?, ¿cómo quieres que te recuerden?, ¿qué enseñanzas piensas dejar a las nuevas generaciones?

Un complemento a la idea central de esta columna es que lean un cuento de Jorge Bucay que se llama El buscador. ¡Felices fiestas decembrinas!icono final



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