El contador como elemento financiero y legal ante el lavado de dinero

Como buen relojero de toda gran maquinaria, el contador es responsable de sincronizar su conocimiento contable con un profundo dominio del marco jurídico.

El contador como elemento financiero y legal ante el lavado de dinero


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C.P. Jorge Alberto Zúñiga Malvárez Socio en Zúñiga Guzmán Contadores Públicos y Asociados, S.C.
PLD 20 de enero de 2025

El contador público, como pieza clave en los engranajes del sistema financiero y legal, asume un papel fundamental en los juicios por Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (ORPI), coloquialmente conocidos como Lavado de Dinero (LD). En un entorno de creciente escrutinio normativo y sofisticación delictiva, este profesional no sólo se limita al análisis técnico de estados financieros, sino que, como “buen relojero de toda gran maquinaria”, es responsable de sincronizar su conocimiento contable con un profundo dominio del marco jurídico. En estos procesos judiciales, su testimonio puede determinar la trazabilidad de fondos y la legitimidad de las transacciones, convirtiéndose en un testigo experto y esencial para la interpretación de complejas operaciones financieras.

La relevancia de su participación radica en su capacidad para operar dentro de un marco regulatorio nacional e internacional, tal como lo establecen las 40 Recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y las legislaciones mexicanas, lo que exige un desempeño impecable, ético y estratégico, donde la precisión técnica y la interpretación legal se convierten en las articulaciones que impulsan la lucha y la Prevención de Lavado de Dinero (PLD).

El contador público da cuerda a los procedimientos penales, conectando los hechos financieros con la justicia a través de peritajes bien sincronizados que aseguran que la verdad no se detenga.

Sincronía sistemática: marcar el ritmo en juicios por LD

El contador público debe cumplir con normativas como la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (LFPIORPI), la cual exige identificar y reportar actividades sospechosas, así como garantizar la legitimidad de las operaciones que maneja, evitando involucrarse en delitos de LD. Sin embargo, la delgada línea entre lo legal e ilegal, especialmente, en estructuras corporativas complejas, sumada al lenguaje impreciso de regulaciones como el artículo 400.° bis del Código Penal Federal (CPF), genera incertidumbre. Ante este reto, el contador puede aplicar un enfoque basado en riesgos y analizar tipologías de LD para identificar señales de alerta que le permitan distinguir lo permitido de lo indebido.

Análogamente, en aras de que todo opere de forma precisa y confiable (cual manecillas de reloj), es menester conocer la estructura de la maquinaria. Asimismo, las instituciones financieras (el segundero del reloj) aseguran el flujo constante y preciso de recursos en el sistema, siendo cruciales al facilitar la asignación de capital, promover el ahorro y gestionar riesgos; todo ello, alineado con las recomendaciones del GAFI para combatir el LD mediante la debida diligencia del cliente y el monitoreo de transacciones.

Tipologías del LD
Tipologías del LD
  • Abuso de sindicatos para lavar dinero
  • Desarrollo de bienes raíces con dinero ilícito
  • Uso de personas jóvenes para enviar dinero, proveniente del narcotráfico, al extranjero
  • Compañías con operaciones internacionales que utilizan su actividad para lavar dinero
  • Estructura corporativa que simula operaciones para lavar dinero ilícito

Órganos reguladores y supervisores

Los órganos reguladores tienen la función del minutero, velando porque el tiempo avance de manera constante y ordenada, pues tienen la encomienda de vigilar el cumplimiento de las normativas y regulaciones que rigen a esas instituciones financieras, determinando políticas y estándares que las entidades deben seguir, así como promoviendo un entorno donde se minimicen los riesgos y se optimicen las prácticas.

Los órganos supervisores, por su lado (como pacientes horeros), realizan auditorías y revisiones para detectar irregularidades que pudieran retrasar o frenar la rotación de las manecillas, fortaleciendo así la transparencia y coordinación. Bajo esta tesitura, si las manecillas del reloj requieren de todo un trabajo de ingeniería detrás para que giren por el camino correcto, el sistema financiero precisa de dos autoridades de detección clave.

  • Unidad de Inteligencia Financiera (UIF): encargada de recibir, analizar y diseminar la información contenida en los reportes y alertas que envían los sujetos obligados.
  • Fiscalía General de la República (FGR): se enfoca en el combate a la delincuencia.

En México, la UIF que se adoptó fue de modelo administrativo, por lo tanto, está facultada para presentar denuncias ante la FGR cuando detecta actividades sospechosas, clasificando los reportes según sus características. Dentro de los reportes más importantes, se tienen las operaciones inusuales e internas preocupantes.

Como segunda autoridad se tiene a la FGR, quien se distingue por su enfoque en el combate a la delincuencia, a diferencia de la UIF, que se caracteriza por su labor de inteligencia. Con ello, esta fiscalía es responsable de diseñar y coordinar políticas públicas para la investigación criminal, incluidas las relacionadas con delitos financieros.

Aunque es cierto que estos dos engranes, en perfecta sincronía y armonía, ponen en marcha a los segunderos, minuteros y horeros, aún falta ese serpentín que les dé cuerda; para ello, se tiene a los procedimientos penales.

En los procesos judiciales, el testimonio del contador público puede determinar la trazabilidad de fondos y la legitimidad de las transacciones.

Procedimientos penales

Los procedimientos penales son en los que el contador público, en calidad de perito, funge como el relojero que hace funcionar todo este artilugio, pues tiene la tarea de elaborar los dictámenes periciales contables que permitan esclarecer el origen de los recursos implicados. Este análisis es presentado ante el tribunal, ya sea para respaldar las acusaciones del ministerio público como perito oficial, o bien, para defender al acusado como perito particular o de la defensa, demostrando la legitimidad de los fondos cuestionados.

La precisión y claridad del perito en la explicación de los métodos empleados, así como la documentación contable comprobatoria utilizada para respaldar sus conclusiones, son esenciales para garantizar un juicio justo que no vulnere los principios constitucionales, tales como la presunción de inocencia. Esta es la razón por la cual, como buen artesano, el contador público debe dominar las herramientas con las que accionará todos los mecanismos.

Etapas del procedimiento penal

Etapas del procedimiento penal

Frente a este escenario, el contador público, tanto en el rol de apoyo a la fiscalía como en la defensa, tiene la responsabilidad de exponer pruebas sólidas que determinen si los fondos tienen una procedencia lícita o ilícita, siempre en línea con los principios legales y éticos que rigen su labor; en respuesta a ello, su dictamen pericial contable debe cumplir, de manera cabal, con un formato estructurado.

Elementos del dictamen pericial contable
Elementos del dictamen pericial contable
  • Datos de identificación del asunto
  • Asunto
  • Lugar y fecha de emisión
  • Destinatario
  • Exordio o antecedente
  • Objetivo de trabajo (planteamiento del problema)
  • Material de estudio
  • Método de estudio
  • Estudio, valoración y consideraciones
  • Resultados
  • Conclusiones
  • Nombre y firma de los peritos

Conclusiones

En esta gran maquinaria del reloj del sistema financiero-legal, donde los segunderos representan a las instituciones financieras que marcan el ritmo; los minuteros a los órganos reguladores que se aseguran de que el avance sea uniforme; los horeros a los supervisores que miden la duración de las actividades legales; y los engranajes a las autoridades de detección y combate que se mueven en sintonía para mantener el equilibrio; es el contador público el relojero que calibra el mecanismo, dándole cuerda a los procedimientos penales, conectando los hechos financieros con la justicia a través de peritajes bien sincronizados que aseguran que la verdad no se detenga.

Siguiendo este debido proceso, la legitimidad resuena con fuerza en cada peritaje contable, esto como un constante recordatorio de que la responsabilidad del contador es asegurar que el engranaje funcione a la perfección (sin fallas que opaquen la verdad). Por ende, con cada decisión tomada por los sujetos obligados, este relojero impulsa el avance incesante de la justicia, preguntándose: ¿es sólo una duda razonable o el eco del tictac que conduce al balance final?icono final



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