Invertir en Bolsa: el problema de los vampiros

Si un potencial empresario espera a que todo esté completamente claro para invertir, seguramente tendrá que esperar por siempre y nunca será un buen inversionista.

Durante la lectura pensé si convertirse en empresario en Bolsa era una decisión comparable; tal vez no, ya que, a diferencia de tener hijos, se puede dejar de ser dueño de empresas en Bolsa vendiendo las acciones. De cualquier manera, me atrevo a platicar un poco más sobre el problema de los vampiros, pues podría ayudar con alguna decisión próxima. Y por favor, no deje de ser empresario en Bolsa.

Hablar con otros vampiros

Este es el problema de los vampiros, no puedes saber cómo será una determinada experiencia antes de tenerla; asimismo, no puedes tener la experiencia hasta que hayas decidido cruzar a ella. No hay una forma fácil de superar el problema de los vampiros, pero se puede manejar con algunas estrategias como hablar con otras personas que ya se hayan convertido en estos seres; sin embargo, también podría ser peligroso confiar sólo en el testimonio de amigos para hacer su elección, ya que, después de todo, ya no son humanos; por lo tanto, sus preferencias son las que tienen los vampiros, no las que tienen los seres humanos.

Cuando la gente toma decisiones, especialmente con consecuencias permanentes, a menudo evita experimentar o manifestar arrepentimiento al afirmarse a sí misma. Por ello, es importante platicar con personas con las siguientes características:

Apoyarse de la tradición

El hecho de que una práctica (por ejemplo, el matrimonio) sea algo que ha existido durante siglos, no significa que sea correcta o adecuada para usted. Sin embargo, si algo ha funcionado para millones de personas y sigue existiendo a pesar de lo mucho que ha cambiado todo lo demás en la sociedad, es probable que posea algún valor.

Recurrir a la biología para tomar una decisión informada puede ser igualmente útil. Si todo en el proceso milenario de la evolución humana se ha centrado en el impulso de reproducirse, entonces hay una posibilidad más de que, incluso, no sólo seas capaz de manejar el tener hijos, sino que lo encuentres profundamente satisfactorio.

Una vez más, esto no quiere decir que se deba seguir (ciegamente) la tradición al tomar una gran decisión en la vida, pero cuando se contempla un futuro desconocido, se debe considerar que la tradición puede proporcionar un elemento de seguridad cuando se decide seguir su camino, así como un estímulo para asegurarse que se está tomando la decisión correcta cuando se decide ir en contra.

No puedes saber cómo será una determinada experiencia antes de tenerla y no puedes tener la experiencia hasta que hayas decidido cruzar a ella.

Atributos propios por encima de las circunstancias actuales

A pesar de que tomar una decisión importante lo cambiará, no se convertirá en una persona completamente distinta; sus atributos principales seguirán siendo los mismos. Por lo tanto, hay que considerar cómo esos atributos se alinearán o no con el futuro prospectivo que se contempla. No hay solución para el problema de los vampiros; en última instancia, el futuro es incognoscible. Si se espera hasta estar 100% seguro de una decisión, es posible que se espere para siempre.

Conclusiones

Es justo aquí cuando el problema del vampiro hace sentido con el empresario en Bolsa; si un potencial empresario espera a que todo esté completamente claro para invertir, seguramente tendrá que esperar por siempre y nunca será un buen inversionista.

Hable con otros empresarios, pero con aquellos que sean realmente congruentes, que hayan vivido distintos ciclos de mercado, que se apasionen y entiendan la importancia de conocer las empresas de las que son dueños. Si es así, le aseguro que nunca dejará de querer ser un empresario en Bolsa.