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Datos compartidos: una nueva forma de agregar valor

El intercambio seguro de datos entre empresas del mismo rubro podría generarles valor al tener información que les permita satisfacer mejor la demanda.

Datos compartidos una nueva forma de agregar valor


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Mtro. Christian Vázquez Sánchez Socio consultor de gestión de datos en SEGDA
Metadata 08 de septiembre de 2022
E

n su novela de culto, Criptonomicón, Neil Stephenson presentó a un protagonista cuyo propósito era crear un paraíso de datos compartidos para establecer el mayor exponente de libertad informática en beneficio de la humanidad. Hoy en día, gracias a los avances en las tecnologías de data sharing, es posible la compraventa de activos de información potencialmente valiosos y en mercados muy eficientes (basados en la nube), sin comprometer en lo absoluto la propiedad y privacidad.

Este panorama plantea posibilidades infinitas para aquellas empresas que busquen crear capacidades de intercambio de datos de manera segura y sin interrupciones que les ayuden a monetizar sus propios activos de información y alcanzar sus objetivos de negocio de manera legal y sin afectar a terceros.

Avances en materia de intercambio de datos

El Centro de Soporte para el Intercambio de Datos (SCDS, por sus siglas en inglés) define a este término como el conjunto de prácticas, tecnologías, elementos culturales y marcos legales que resultan relevantes para las transacciones digitales de cualquier tipo de información entre diferentes organizaciones.

Gracias a los avances en las tecnologías de data sharing, es posible la compraventa de activos de información valiosos.

No se trata, por cierto, de algo nuevo. Individuos, órganos y gobiernos han compartido información desde antes de que hubiera computadoras y redes. Sin embargo, durante la última década han progresado la alfabetización y las habilidades digitales, la tecnología y la adaptación de marcos legislativos al entorno virtual, lo que ha permitido que los datos se intercambien más rápido y a una escala sin precedentes (SCDS, 2021).

El espectro de oportunidades para compartir información ha cambiado de forma drástica debido a los siguientes tres elementos:

  • La mayor disponibilidad y calidad de los datos, y lo asequible y fácil que es hoy almacenarlos, procesarlos y transferirlos.
  • El cambio cultural. Cada vez se les considera más como un activo valioso y esto se aplica por igual a gobiernos, iniciativa privada e individuos.
  • El compromiso de los gobiernos y organismos reguladores, que entienden mejor que antes las implicaciones de lo digital en la vida de las personas.

Una tendencia al alza

Aunque ahora se encuentra en una etapa inicial, el intercambio de datos está cobrando fuerza. En una encuesta reciente, Forrester Research descubrió que más del 70% de los tomadores de decisiones y profesionales de la analítica están ampliando su capacidad para usar datos externos, mientras que otro 17% planea hacerlo en los próximos 12 meses.

Además, sólo el mercado mundial de Fully Homomorphic Encryption (FHE) está creciendo a una tasa anual del 7.5% y se espera que alcance un valor de 437 millones de dólares para 2028. En estos momentos, los sectores financiero y de salud lideran la mayor parte de las exploraciones de FHE (Farrall, 2022).

En resumen, el intercambio de datos genera valor e incluso Gardner predice que, para 2023, las organizaciones que lo promueven superarán a sus pares en la mayoría de los indicadores de desempeño de negocio.

Compartir y prosperar: beneficios de intercambiar datos

Los datos compartidos pueden crear puntos de encuentro y nuevos modelos de negocio. A medida que avance esta tendencia, más organizaciones querrán abordar desafíos comunes y buscar oportunidades de investigación, mejoras operativas y demás beneficios mutuos.

Además, la capacidad de compartir información de forma segura con proveedores externos de servicios de gestión de datos puede ayudar a las empresas a optimizar sus procesos internos y reducir los costos relacionados.

Algunas ventajas que todo esto traería consigo son las siguientes:

Mercados verticales de industria: incluso los competidores más feroces a menudo enfrentan desafíos similares que se resolverían mejor con la colaboración. Por poner un ejemplo, si todos los proveedores de la industria alimentaria mantuvieran en la confidencialidad los datos de ventas y entregas y los agruparan para analizarlos, podrían desentrañar el misterio de la oferta y la demanda y atender mercados a precios competitivos. De igual modo, si el sector financiero hiciera lo propio con los créditos, se construiría un sistema de evaluación de riesgo crediticio interbancario (Farrall, 2022). Por su parte, en el sector agrícola el programa JoinData estimula la innovación sostenible al permitir que los agricultores compartan sus datos de forma rápida, fácil y segura.

Asociaciones en la cadena de valor: que todos los participantes de la línea de negocio compartan datos podría dar paso a la creación de una imagen más nítida del consumidor final, lo que les permitiría alinear esfuerzos y beneficiarse de ello.

Hoy en día, la información de terceros se compra a intermediarios que de ninguna manera cumplen con los requisitos de calidad y, en ocasiones, van contra las regulaciones de protección de datos personales.

Compartir datos da pie a que haya una colaboración sin precedentes, una nueva toma de decisiones y un gran impacto económico.

Tercerización del modelado de Inteligencia Artificial (IA) y ciencia de datos: los modelos de IA a menudo se consideran formas en extremo sensibles de propiedad intelectual, esto debido a que pueden caber en una memoria USB; también representan altos riesgos de seguridad, por lo que muchas organizaciones asumen los costos del modelado a nivel interno. No obstante, gracias a las tecnologías de encriptación, una empresa puede subcontratarlo de forma segura en caso de que no cuente con el personal calificado.

Agilidad en las entregas: en las plataformas de data sharing, comprar acceso a datos logísticos o de mercado en tiempo real resulta tan simple como presionar un botón. Los proveedores de información ya no necesitarían proporcionar una interfaz de programación de aplicaciones o enviar enormes archivos empaquetados.

Compartir datos sin comprometer la privacidad

Aunque es posible demostrar que los datos compartidos generan valor, las políticas de privacidad y las demandas competitivas de confidencialidad han limitado a las empresas en este aspecto. Sin embargo, una nueva clase de enfoques informáticos conocidos como privacy preserving computing permite cumplir con dichas demandas y a la vez obtener valor.

Conclusiones

Compartir datos da pie a que haya una colaboración sin precedentes, una nueva toma de decisiones y un gran impacto económico, todo con apego a políticas. Si bien aún no hay muchos estudios que cuantifiquen el valor potencial de una economía de intercambio de información, todo apunta a que hacer el mejor uso de estas oportunidades es primordial para que las organizaciones puedan compartir más datos de una manera segura, justa, legal y respetuosa mientras logran su tan ansiada monetización.



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